La plantilla del diario Levante-EMV inicia una ronda de protestas tras los despidos que la mercantil ha efectuado en vísperas de Navidad y semanas después de la DANA que ha azotado las comarcas valencianas. Algunos trabajadores se encuentran en condiciones especialmente vulnerables: han sido directamente afectados por las riadas o tienen situaciones familiares complejas, con personas dependientes a su cargo.
La empresa ha despedido a siete personas en un mes bajo el argumento de las condiciones económicas y amparándose en que son salidas acordadas, indica el comité de Levante-EMV. El periódico, un referente en la información valenciana, ha incrementado su actividad en los dos últimos meses como consecuencia de la cobertura informativa de la DANA, para la que la plantilla ha realizado numerosas horas extra. “Desde el pasado 24 de octubre la plantilla se ha visto mermada en siete personas menos a pesar de haber duplicado las horas de trabajo por la tragedia”, destacan los trabajadores.
“La profesionalidad y compromiso del equipo de Levante-EMV quedaron fuera de duda tras la catástrofe, trabajando sin descanso, sin mirar el reloj, sacrificando fines de semana y días de descanso para informar desde el terreno en un momento crítico para la sociedad valenciana. No obstante, este esfuerzo y dedicación no han sido correspondidos. A cambio, Prensa Ibérica ha optado por prescindir de ocho trabajadores este año, evidenciando lo que ya parece un ”aguinaldo anual“ que desprecia el valor humano y profesional de quienes sacan adelante este periódico”, denuncia el comité.
Representantes de los trabajadores se plantaron el pasado miércoles ante la dirección de la mercantil, a quienes plantearon si piensan renunciar a algunas prebendas y gastos superfluos para mantener a sus trabajadores. “Queremos que veáis a la gente a la que despedís, que nos miréis a la cara”, le espetaron a un directivo. La empresa ha adoptado la tradición de realizar los despidos un par de semanas antes de Navidad. En diciembre de 2020 ya aprobó un ERE que suspendió a 22 trabajadores. En 2019, tras la compra de Grupo Zeta, Editorial Prensa Ibérica hizo desaparecer Levante de Castelló , con otra tanda de despidos.