Señalado por varios exfuncionarios de la conselleria como el impulsor del modelo de las residencias que entregó el monopolio del negocio al grupo Savia -conformado por varias empresas relacionadas con la supuesta financiación irregular del PPCV-, el trato dispensado por el exconseller Rafael Blasco ha quedado reflejado con la comparecencia del exmiembro de la mesa de contratación de los centros de residencias, Pablo Collado. O, al menos, eso es lo que se deduce de su testimonio en la comisión de investigación de las Cortes Valencianas que quiere esclarecer las irregularidades en la adjudicación de las plazas de residencias del denominado como 'modelo Cotino'.
“Trabajar con Blasco era incómodo y muy estresante. Yo pasé dos enfermedades en esa etapa, no lo quiero relacionar, pero...”, ha expresado el funcionario, según recoge Europa Press. Collado ha asegurado que al político ahora encarcelado por desviar dinero destinado al tercer mundo “le preocupaba mucho su aspecto mediático y que tenía ”una gran voracidad“. Aspectos que, según el testimonio del exmiembro de la mesa de contratación, ”hicieron que hubiera mucha falta de sintonía, incluso para tramitar los expedientes“. ”El contrato era la joya de la corona“, ha rematado tras que el pliego ”cumplía con los mínimos conforme a derecho“.
Pero la declaración más esperada de la sesión de este lunes era la de la fiel escudera de Blasco, Tina Sanjuan, exsecretaria general de la extinta conselleria de Solidaridad, Ciudadanía y Binestar Social. Sanjuan, que ha realizado su comparecencia a través de videoconferencia al estar encarcelada por el 'caso Cooperación', ha negado que recibiera instrucciones de Blasco. Es más, según ella, el exconseller “delegaba las competencias de contratación”. Aunque no recordaba en quien.
Sanjuan ha defendido en todo momento “la legalidad” del proceso. “Fue un proceso libre, muy consensuado y sin restricciones de ningún tipo, donde acudieron muchas empresas”, ha afirmado, tras reconocer durante la elaboración de los pliegos hubo reuniones con varias mercantiles. “También nos reuníamos con partidos y sindicatos”, se ha apresurado en añadir. La exsecretaria general de la conselleria no ha aclarado tampoco quien fijó los criterios de la contratación de las plazas.
La exjefa del servicio de centros propios o gestión de personas mayores, Rosa María Marqués, ha señalado que los contratos realizados “no eran de los típicos”. Y ha indicado: “Pese a que las decisiones técnicas las suelen tomar los órganos técnicos, en el órgano de contratación, que es el que finalmente toma las decisiones, quien lo hace siempre es el conseller”. Marqués, en cambio, ha asegurado desconocer “si el exconseller Juan Cotino o la de su familia tenían participación en estas empresas”. Lo que sí ha afirmado es que “no es habitual que se toleren incumplimientos en los pliegos, como la construcción de una de estas residencias en un campo de naranjas, cuando se debería haber hecho elo casco urbano”.