La Universitat de València y el Consell Valencià de la Joventut han presentado este miércoles el estudio ‘Adicción al juego en la juventud de la Comunidad Valenciana’. El documento, coordinado por el catedrático de Psicología Básica Mariano Chóliz, analiza la incidencia que tiene el juego de azar entre las personas menores de 30 años, con el objetivo de encontrar vías de prevención. También como “una herramienta útil” para la elaboración de los reglamentos que se desarrollarán a partir de la reciente aprobada ley.
Según el organismo, “es preocupante” que el perfil de jugador considerado “de adicción de alto riesgo o riesgo extremo” esté “directamente relacionado con el juego online”, un formato donde las personas jóvenes tienen más presencia. En la presentación, en les Corts Valencianes, ha asistido también el conseller de Hacienda, Vicent Soler, y el presidente de les Corts, Enric Morera.
“Dos de cada tres personas menores de 30 años que han sido encuestadas a la salida de las casas de juego tienen problemas de adicción”, ha explicado Elena Mañas, responsable de salud del Consell Valencià de la Joventut. Según Mañas, “con el aumento de las salas de juego ha aumentado también el juego patológico”, un hecho que cobra “especial importancia” si nos fijamos en las motivaciones que tienen estas personas para empezar con el juego y continuar haciéndolo a lo largo del tiempo. Así, ha añadido: “las personas jóvenes se inician en los juegos de azar por diversión, un hecho que se ve agraviado si no hay alternativas de ocio alternativo viables en su territorio o si, por motivo de la crisis de la COVID-19, los espacios han sido cerrados”.
Como segunda motivación, el estudio hace referencia a la voluntad de las personas jugadoras de “ganar dinero” y un 25% de ellas lo hacen para “aliviar su malestar”. “Estas cifras pueden estar relacionadas, por un lado, con la precariedad juvenil y la cronificación de la pobreza en el colectivo y, por otra, en la inestabilidad mental y la ansiedad que sufren las personas jóvenes por su futuro incierto”, ha explicado Mañas.
Mariano Chóliz ha expuesto las diferencias entre géneros, así como las particularidades que supone ser menor o mayor de edad. Según el investigador, en el juego online, un “46,6% de menores hombres ha jugado alguna vez a estos juegos” mientras que la participación de las menores mujeres está “muy por debajo”, alrededor del 13%. Por otro lado, Chóliz también ha expuesto: “La proporción actual de jugadores patológicos en edades comprendidas entre los 18 y los 30 años es de entre 15-20 veces superior a la de la población general”.
Desde el Consell Valencià de la Joventut también recalcan “la necesidad de poner medidas restrictivas a la apertura de estos locales” y a no dejar que los mensajes publicitarios “aleguen a la responsabilidad individual”. Mañas ha apuntado: “El mensaje de jugar de manera responsable se ha mostrado ineficaz e insuficiente y, además, pone la responsabilidad individual en el centro, obviando las causas socioeconómicas estructurales que colocan las personas en situaciones de mayor vulnerabilidad respecto al juego de azar”.
Chóliz coordina la Unidad de Investigación ‘Juego y adicciones tecnológicas’ de la Universitat de València. Según los datos del informe, el gasto aproximado por el juego en la Comunidad Valenciana en 2018 fue de 1.500 millones de euros en Juegos de SELAE; 290 millones en juegos de la ONCE; 2.725 millones en juegos privados tradicionales (bingo, casinos, tragaperras…); y 2.075 millones en juegos online.