Un tribunal de Hong Kong condena a los dos ciudadanos chinos titulares de las cuentas que ingresaron los cuatro millones estafados a la EMT de València

Un tribunal de Hong Kong ha condenado a los dos ciudadanos chinos titulares de las cuentas bancarias y de las empresas a las que fueron transferidos los cuatro millones de euros estafados a la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de València. Los responsables municipales de la empresa denunciaron el fraude tanto en España como en Hong Kong, donde fueron transferidos los fondos estafados. El juez identificó a los dos titulares de las empresas y cuentas bancarias que recibieron los fondos y las 13 mercantiles a las que volaron en una segunda tanda de transferencias.

La sentencia del Tribunal Superior de Justicia hongkonés, a la que ha tenido acceso elDiario.es, condena a Zuo Jialiang, titular de todas las acciones de JG Trade Co, Limited y de la cuenta de la empresa en Bank of China, a pagar a la EMT 1,6 millones de euros mientras que Li Yuanxin, titular de la empresa Shengyi Trading Limited y de su cuenta asociada, ha sido condenado a abonar a la empresa pública municipal de València 2,4 millones.

Zuo Jialiang y Li Yuanxin son probablemente mulas, un concepto que en el argot policial designa a las personas utilizadas por los auténticos estafadores para recibir y transferir los fondos robados, una suerte de fugaces testaferros. Los dos ciudadanos chinos, actualmente en rebeldía, ya fueron identificados como titulares de las empresas y de las cuentas bancarias de Bank of China a las que los estafadores de la EMT de València transfirieron los cuatro millones de euros sableados. De esas dos cuentas iniciales, los cuatro millones volaron a otras 13 cuentas, tal como informó este diario, de empresas creadas recientemente.

Los cuatro millones de euros de la fenomenal estafa del CEO a la EMT fueron transferidos a China por Caixabank a pesar de que la empresa pública no estaba autorizada a operar en el país asiático. La alarma interna de la entidad bancaria tardó 17 días en saltar a pesar de que ya se habían transferido cuatro millones.