La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil indaga desde hace dos años en el patrimonio que el expresidente de la Generalitat y exminitro de Trabajo Eduardo Zaplana hubiera podido amasar en su carrera política fruto del presunto pago de comisiones de empresas y particulares. La Operación Erial, que desencadenó la detención del político, también se amplió a sus presuntos testaferros y a su entorno más cercano, incluida su familia, y ha deparado numerosas sorpresas, entre ellas el pago de 6,5 millones de euros que le habrían hecho los hermanos Cotino Escrivá a través de Luxemburgo.
Los agentes de la UCO han preguntado en las últimas semanas al entorno del expresidente de la Generalitat por una vivienda que adquirió en Valencia María Zaplana Barceló, una de sus dos hijas. El piso se encuentra en la calle del Poeta Querol -la conocida como “milla de oro” de Valencia-, encima de la tienda de Louis Vuitton y curiosamente justo enfrente de la residencia de otro expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, el archienemigo del político de Cartagena ahora en prisión.
Para tener 33 años y un sueldo de asesora de la secretaría de Estado de Turismo que tendrá que abandonar con el cambio de Gobierno, María Zaplana ha adquirido el piso a cien por cien en pleno dominio. El inmueble tiene 330 metros cuadrados y en estos momentos se encuentra en obras, según ha confirmado este periódico. La vivienda tiene unas cargas de 1,2 millones de euros de los anteriores propietarios en una hipoteca con el Banco Banif del grupo Santander, que deberían haberse retirado en 2011 pero que todavía pesan sobre la vivienda, según el Registro de la Propiedad.
El periódico El Mundo publicó el pasado 26 de mayo que el inmueble habría sido adquirido por la joven con sendas donaciones de sus padres. De hecho, es difícil que el banco financiara esta operación de una casa que puede superar los 1,3 millones de euros, unos 4.000 euros el metro cuadrado. María Zaplana está casada en separación de bienes con el empresario Luis Iglesias Rodríguez-Viña.
El matrimonio reside en Madrid, en un piso de grandes dimensiones en Puerta de Hierro, pero María Zaplana ya se ha presentado en el piso de Valencia para supervisar las obras de reforma, que también necesitarán una importante inversión. Será su casa propia en Valencia en pleno centro y en la calle donde están las tiendas más lujosas de la ciudad, como Loewe.
La compra se realizó el 14 de noviembre de 2017 en el notario Antonio Pérez Coca Crespo y se inscribió el 1 de marzo de este año. Dos meses y 22 días después fue detenido su padre y empezó el vía crucis judicial para la familia.
A finales de 2014, María Zaplana publicó un comunicado en el que aseguraba no tener participaciones en empresas y solo ser propietaria de dos coches. Sus ingresos se limitaban a su puesto de asesora en el Ministerio, una media de unos 50.000 euros brutos anuales.