Un ultra juzgado por decir en Facebook a un miembro de Podemos “me cago en ti y tu comunismo” alega que era una broma inspirada en la serie 'Aída'

Lucas Marco

12 de noviembre de 2020 22:15 h

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El ultra Manuel Villadonga Franco, de 43 años, se ha sentado este jueves en el banquillo de los acusados por haber amenazado en Facebook a un miembro de Podemos de València hace tres años. El hombre, que ha negado pertenecer a la ultraderecha y se ha disculpado, ha protagonizado varias insubordinaciones durante la vista que casi le cuestan la expulsión de la sala de la sección segunda de la Audiencia Provincial de València que lo juzga.

La Fiscalía pide dos años de prisión por un presunto delito cometido con ocasión del ejercicio de los derechos fundamentales y de las libertades públicas garantizados por la Constitución, multa, inhabilitación especial para profesión u oficio educativos por siete años, además del cierre de su perfil en Facebook durante cinco años. El representante del Ministerio Fiscal también solicita una responsabilidad civil de 2.000 euros por daños morales y la retirada de los mensajes por parte de la red social. El abogado de la acusación pide las mismas penas, pero aumenta la petición de prisión a tres años mientras que la abogada del ultra ha pedido la libre absolución porque no tuvo “intención de dañar” sino que se limitó a lanzar “manifestaciones genéricas”.

Villadonga escribió una serie de comentarios en la red social en respuesta al anuncio de Rafael Aguado, perito judicial y mediador, de que se presentaba a unas primarias de Podemos, “con un ánimo esencialmente injurioso, despectivo y con clara intención de humillar, desacreditar y despreciar”, según el escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía. “Rafa me cago en ti y tú comunismo, chavista de mierda, proasesino de tu pueblo de querer que tu pueblo pase miserias, repito me cago en ti y en tu comunimierdas hijo de perra”, espetó el ultra.

El ultra ha dicho que está arrepentido “por los modales” y se ha escudado en que todo era una broma que vio en la serie Aída y que “trasladó” a Facebook al haber leído un mensaje del miembro de Podemos, al que no conocía. La supuesta broma, según ha reconocido, “acabó mal”. El hombre ha explicado que estaba “bebido lo normal” (ha aclarado que beber “lo normal” es “no perder la conciencia”). “No tenía intención de humillarlo porque ni lo conozco”, ha añadido. 

Otros usuarios de Facebook, tanto ultras como izquierdistas, entraron al trapo y el acusado, según el fiscal, siguió escribiendo comentarios con “tono agresivo, retador, despectivo, profundamente injurioso, ofensivo, humillante promovedor de sentimiento de odio y hostilidad, incitador a la violencia (...) y ensalzador de la actuación del dictador Francisco Franco contra los represaliados políticos tras la guerra civil española”.

“El único problema es eliminar mierda comunista como vosotros me cago en vuestra madre que bueno fue don Francisco Franco con vuestros abuelos joder”; “Rogelios de mierda al paredón, que blando fue don Francisco Franco con vuestros abuelos ARRIBA ESPAÑA cabrones comunistas” o “Podemierdas os daba p’al pelo cabrones chavistas podemierdas”, fueron algunos de los comentarios que Villadonga subió a la red social. El acusado ha declarado que en aquella época estaba casado “con una chica rusa que sufrió el comunismo”. El ultra ha condenado el comunismo, el socialismo, el nazismo y la extrema derecha (“soy un tío con sentido común”, ha dicho).

El miembro de Podemos Rafael Aguado ha relatado que, tras recibir los mensajes, no sabía “si era un hater o una persona que quiere hacerme daño”. El hombre ha dicho que sufrió nerviosismo, miedo al caminar por la calle y problemas para dormir.

Villadonga ha protagonizado durante toda la vista, de poco más de una hora de duración, aspavientos, comentarios y gestos que le han costado varias reprimendas del tribunal. El ultra ha interrumpido al abogado de la acusación (“¿Estamos de coña o cómo es esto?”, ha exclamado) y el magistrado que presidía la sección segunda de la Audiencia Provincial de València le ha advertido por primera vez de que debía guardar silencio. “Tiene usted cierto problema para controlar la impulsividad”, le ha dicho el juez.

El acusado, para espanto de su abogada, ha seguido gesticulando e interrumpiendo mientras declaraba, a poca distancia, el miembro de Podemos. El magistrado, con infinita paciencia, le ha vuelto a rogar que mantuviera un buen comportamiento en la sala. “Al final le voy a tener que expulsar de la sala”, le ha advertido. Los otros dos jueces de la sección observaban la escena con mirada incrédula mientras la letrada de la defensa, con los brazos cruzados, no sabía dónde meterse.

Manuel Villadonga ha aprovechado el derecho a la última palabra para pedir disculpas por “haber montado este follón”. “Soy idiota”, han sido sus últimas palabras ante el tribunal.