La destitución de Consuelo Císcar como directora del IVAM, generosamente presentada por el gobierno valenciano como una dimisión, será ratificada el 29 de abril por el Consejo Rector del museo, un organismo compuesto mayoritariamente por profesionales afines al PP.
Representantes del mundo de las artes -críticos, galeristas, artistas visuales…- piden que la última reunión de la dirección del museo bajo el mandado de Císcar, que lleva desde 2004 en el cargo, sirva para iniciar una nueva etapa en el que fue el buque insignia del arte moderno en la Comunitat Valenciana. Estas serían, en su opinión, algunas medidas de urgencia antes de la toma de posesión del nuevo responsable del IVAM, que será elegido en los próximos meses a través de un concurso abierto.
Una auditoría para conocer las cuentas
El IVAM tiene un presupuesto cercano a los 6 millones de euros, la mitad de que hace un lustro. Aunque la Generalitat asegura que sus cuentas están bajo control y supervisadas anualmente por la Sindicatura de Comptes, asociaciones como Artistes Visuals de València, Alacant i Castelló (AVVAC), Associació Valenciana de Crítics d'Art (AVCA) y Asociación de Galerías de Arte Contemporáneo de la Comunitat Valenciana (LaVac) han pedido una auditoría.
De hecho, la gestión de Císcar ha estado marcada por compras tan discutidas como las realizadas por tres millones de euros al artista al que promovía José María Aznar o las 61 fotografías adquiridas por casi medio millón a Gao Ping, el galerista chino ahora en prisión por liderar una trama dedicada al blanqueo de dinero.
Despolitizar el Consejo Rector
El Consejo Rector del museo, liderado por la consejera de Cultura, María José Catalá, y su equipo, e integrado, mayoritariamente, por profesionales afines al PP, debería hacerse el haraquiri. Debería, cree gran parte del sector, promover su renuncia para dejar paso a un “órgano al que deberían integrarse profesionales cualificados elegidos por concurso público, con un jurado integrado únicamente por profesionales del sector no vinculados al IVAM”, como ya ha pedido, por ejemplo, AVVAC.
Frenar las gestiones de Císcar
Con la destitución de Císcar, la mujer de Rafael Blasco, a la espera de condena por la supuesta apropiación de fondos públicos destinados a la cooperación, se deberían frenar todas sus gestiones a la espera del nombramiento del nuevo director. Según fuentes del sector, Císcar ha trabajado últimamente a destajo para acelerar compras, concretar la futura programación del museo e incluso pretendería asistir a la Bienal de Dakar en representación del IVAM.
Otros especialistas, sin embargo, aseguran que la aún directora del IVAM tan sólo pretende que el museo funcione con normalidad a la espera del nuevo responsable. Aún se desconoce quién ejercerá como director provisional del museo entre la salida de Císcar –prevista para el 29 de abril- y la llegada del nuevo mandamás, que aún se demorará meses.
Destitución del personal de confianza
Desde el sector se ha denunciado en varias ocasiones la necesidad de “racionalizar el estado de la últimamente engordada plantilla” del IVAM. Hay quién va más lejos y pide la destitución del equipo de confianza de Císcar –al menos los cinco subdirectores y dos administrativas- y la conformación de una nueva estructura en la que, además, se depuren las duplicidades generadas por la superposición de los profesionales nombrados por Císcar a aquellos heredados de su predecesor, Kosme de Barañano. El nuevo director debería poder nombrar a su equipo, siempre atendiendo a criterios de profesionalidad y necesidad.