El cierre escalonado autoimpuesto de los hoteles de la Comunitat Valenciana para antes de este jueves, una medida anunciada por la patronal Hosbec el pasado domingo después de que el gobierno de Pedro Sánchez no incluyera a las instalaciones hoteleras entre los negocios que debían cesar su actividad con el estado de alarma, ha llevado a miles de turistas, la mayoría hospedados en la Costa Blanca, a verse forzados a volver a sus países en una operación salida sin precedentes en nuestro país.
De hecho, el éxodo masivo de unos 15.000 turistas británicos que se encontraban de vacaciones en Benidorm, según cifras de los empresarios hosteleros, recuerda a la famosa operación orquestada por el gobierno inglés al principio de la Segunda Guerra Mundial para evacuar a las fuerzas británicas que habían sido cercadas por el ejército nazi.
En este caso, han sido los turoperadores ingleses los que, coordinados en todo momento con el consulado británico, los que han venido fletando vuelos vacíos con destino a distintos puntos del Reino Unido. Así, por ejemplo, en la jornada de este martes, el Aeropuerto Alicante-Elche ha acogido la salida de una treintena de vuelos que han ido llegando a las islas.
Jet2, una de las compañías inglesas que más turistas británicos enviaba a la Costa Blanca -e Islas Canarias- ha sido el principal actor de una operación “para traer a nuestros clientes a casa”. Así se espera que a lo largo de la semana queden repatriados la mayoría de los 15.000 ingleses alojados en Benidorm, explica a este medio Nuria Montes. “Casi no quedará ninguno el jueves”, vaticina.
Sin embargo, las dificultades para volver a casa las están teniendo los turistas ingleses que han llegado a España por libre, sin operador. Según cifras de la patronal hotelera, solo representan un 5%, una parte de los cuales son turistas jóvenes, lejos de la edad mayoritaria de 65 años en adelante, que había viajado a Benidorm para celebrar la festividad de San Patricio (que ha tenido lugar este martes).
Ahora, están tratando de volver a su país de cualquier forma. Ante los problemas para encontrar un vuelo, muchos se están aventurando a ir en coche y llegar a la isla por el Canal de la Mancha, mientras que otros están optando por el ferry, una opción quizás menos viable al estar la mayoría al completo.
Así con todo, explica Montes que a fecha de este lunes y parte del martes ya habían logrado el cierre de un centenar de hoteles, por lo que quedan abiertos unos cincuenta. “Entre mañana y el jueves se van a cerrar casi todos, quedando abiertos solo unos pocos para los pocos clientes que ya irán saliendo el fin de semana”, explica.
Como avanzó Hosbec en un comunicado el pasado domingo, “la actividad hotelera y vacacional es claramente incompatible con las medidas decretadas ayer por el Gobierno Central de confinamiento de la población en sus hogares, y de mantener los hoteles abiertos no podemos garantizar las condiciones de aislamiento necesarios para controlar la pandemia de coronavirus”.
Junto con los ingleses, los belgas, y holandeses, también han venido saliendo en masa estos días de sus hoteles de la Costa Blanca. La diferencia con los británicos es que muchos de estos turistas no han necesitado volver a sus países en avión -la conexión por carretera es más accesible- si bien este martes el aeropuerto alicantino ha contado con numerosos vuelos con estos destinos.
Otro destino recurrente ha sido el noruego, que representa el 5% del turismo alicantino. Para garantizarse una repatriación a tiempo, la aerolínea Norgweian ha fletado su avión de mayores dimensiones, un Boeing 787-9 Dreamliner con capacidad para 344 pasajero, como comunicó el pasado lunes.
Polémica en el aeropuerto
La operación salida se ha topado con la polémica que se está repitiendo estos días en el Aeropuerto Alicante-Elche donde sindicatos como UGT han venido denunciando el incumplimiento de las medidas de seguridad impuestas para evitar la expansión del coronavirus.
Como se ha podido ver en el aeródromo, la aglomeración de viajeros ha traído consigo una estampa que ya no existe en el país, la de cafeterías llenas de clientes. Asimismo, muchos clientes no están respetando las distancias de seguridad.
Ante esta situación, fuentes del aeropuerto responden que el decreto del gobierno estableció “servicios mínimos” de restauración en los aeropuertos, que se han habilitado hidrogeles en puntos estratégicos de la terminal y que se ha reforzado la seguridad con una mayor dotación policial y de la Guardia Civil, a la que se ha sumado este martes un equipo de la UME que ha desinfectado parte del aeródromo.