València constata que trabajar cuatro días mejora la salud y reduce el estrés y la Generalitat de PP-Vox elimina las ayudas

Laura Martínez

20 de octubre de 2023 22:38 h

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El experimento de la jornada laboral de cuatro días o 32 horas semanales de València apunta conclusiones interesantes en materia de salud y economía, pero no tiene visos de progresar a nivel político. El informe, que ni la alcaldesa popular, María José Catalá, ni ningún miembro del equipo de gobierno ha valorado públicamente, analiza el impacto que tuvo en la población de la capital valenciana la consecución de cuatro lunes festivos, ganando un día para el fin de semana, con unos resultados bastante beneficiosos para los encuestados. Pese a ello, casi en paralelo, la Generalitat Valenciana gobernada por el PP y Vox ha decidido retirar las ayudas públicas para las empresas que implementen la reducción de la jornada sin perjuicio salarial.

La experiencia piloto, una idea del equipo de gobierno de Joan Ribó (Compromís) en la ciudad de València, contó con una serie de particularidades que hacen complicado extrapolar los datos: se sucedieron cuatro lunes festivos entre las Fallas, Semana Santa y Pascua, con los consiguientes cierres de comercio e incremento de la actividad turística, que generaron un impacto desigual del experimento. Además, los autores del informe tampoco contaban con datos previos para comparar, por lo que el estudio aborda tendencias y hábitos e incide en la percepción que para empleadores y empleados ha tenido la jornada.

Pese a las consideraciones anteriores, los autores del informe destacan que esta experiencia ha podido permitir observar cómo se modifican los comportamientos y hábitos de la ciudadanía y cuáles han sido los impactos a medio plazo que estos producen sobre el medio ambiente, la salud y el bienestar personal y, en menor medida, sobre determinados sectores económicos, dado que no interviene sobre la productividad empresarial.

Los encuestados que han ganado un día libre afirman haber mejorado notablemente sus hábitos de descanso, actividad física, socialización, actividades culturales y haber notado una reducción del estrés. El 45,5% de los trabajadores afirma que su satisfacción laboral ha aumentado y que se sentían más cómodos y motivados en el trabajo y cerca de un 65% de las personas entrevistadas ha valorado entre un 7 y un 10 esta iniciativa.

Los valencianos que han disfrutado de los fines de semana de tres días afirman haber dedicado más tiempo a hacer deporte (un 74% ha empleado el día extra y un 34% ha incrementado su actividad), a la lectura (un 46% de las personas), al cine (un 27% en salas y un 66% en plataformas) y a viajar y hacer turismo (un 40,3% más).

Respecto a la socialización, en el 72,5% de los casos las personas encuestadas dedicaron más tiempo para hablar con amigos, un 35,8% a visitar a allegados y familiares en sus casas y un 57,4% ha pasado más tiempo con estos en bares y terrazas. Por contra, también ha aumentado el consumo de tabaco y alcohol –asociados a la socialización– entre un 15 y un 25% más, a la par que la actividad de los bares y locales de restauración.

En términos de percepción de la salud, un 64% de las personas que han participado en la jornada de 4 días ha dormido más que una semana de 5 días laborables y un 34% ha visto reducido su estrés. La diferencia es de 30,2 puntos respecto a quienes no han tenido días libres.

Desigualdad de género

Al desagregar los datos por sexo, se constata que el experimento ha beneficiado más a los hombres que a las mujeres, con más tiempo libre para ellos. El objeto del estudio no abordaba la desigualdad, pero algunos datos hacen que asome. Al realizar una comparación de los datos de cuidados, que han aumentado en general, por género, se detecta que existe una diferencia entre el porcentaje de personas participantes en el piloto que afirman haber dedicado más tiempo al cuidado de personas dependientes. Así, mientras que un 36,6% de los hombres han respondido haberle dedicado más tiempo, en el caso de las mujeres esta cifra asciende hasta el 51%. Asimismo se observa que las mujeres han dedicado más tiempo al desarrollo de actividades de ocio y recreación de menores, de manera que mientras que el 53,3% de éstas afirma haber invertido más tiempo en ello, los hombres sólo lo afirman en el 30,5% de los casos.

También el informe indica que el 28,2% de las personas encuestadas dice haber dedicado más tiempo del habitual a preparar las comidas, mientras que el 16,7% afirma haber invertido más tiempo a hacer la compra, sin observar diferencias significativas por género. La lectura del informe apunta que se reproducen los comportamientos sociales establecidos.

Impacto ambiental

Las conclusiones del estudio apuntan a un impacto beneficioso para las condiciones ambientales de la ciudad. “Los datos analizados evidencian que la jornada laboral de 4 días podría contribuir a la pacificación del tráfico en la ciudad en tanto que se reduce el uso de vehículos a motor, tanto de carácter público como privado”, dice el estudio, que recoge que la calidad del aire registrada ha sido mejor en los lunes festivos, en parte afectada por el tráfico motorizado. El estudio no puede concluir que se haya reducido el consumo energético dado que los datos obtenidos son insuficientes.

Impacto económico

Que los comercios hayan estado cerrados en uno de los días de mayores ventas es una de las principales críticas de los ciudadanos hacia el experimento. El sector comercial manifiesta haberse visto perjudicado al disminuir significativamente sus ventas durante este mes, con una caída del 20% de las ventas, una cuestión que comparten algunos encuestados. El sector hostelero y, en general, todas aquellas empresas dedicadas al ocio parecen haber sido las grandes beneficiadas por esta medida, indica el informe, que recoge que un 50% de las personas han acudido más a bares o pubs.

En el campo de los cuidados, las entidades privadas que prestan servicios de ayuda a domicilio y cuidados a personas mayores, fundamentalmente, señalan las dificultades que ha podido suponer el hecho de restar un día de servicio a sus usuarias.

Fin de las ayudas

El actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Valencia no ha realizado una valoración del informe, que procede del anterior mandato con una coalición de Compromís y el PSPV. Tampoco la Generalitat Valenciana, que sí ha indicado que cesa en las ayudas a la reducción de jornada para el sector privado. Según adelantó Las Provincias, la dirección general de Empleo suspenderá las ayudas de la Generalitat a las reducciones de jornada dada la escasa demanda de las empresas. En la primera convocatoria apenas tres pymes pudieron optar a la subvención; en la segunda ascendieron a 18, gran parte gestorías y asesorías fiscales, además del Ateneo Mercantil de Valencia. “Los datos avalan que no existe una necesidad real o que esta vía no es la adecuada”, asegura el responsable valenciano de Empleo al citado periódico. Por su parte, el grupo municipal de Compromís ha pedido al Ayuntamiento que instaure una línea de ayudas local para continuar con la medida.