El turismo de cruceros, la gran esperanza de la administración local, sigue en caída libre. Valencia lidera las caídas en tráfico de pasajeros (94.000, un 34% menos que el año pasado) y buques (49, un 35% menos) entre los grandes puertos españoles y hasta mayo de 2014.
Este mes, antesala de la temporada alta, ha sido especialmente malo. Los pasajeros se han reducido casi a la mitad (de 59.000 a 31.000, en cifras redondas), al igual que el número de barcos, que ha descendido de 33 a 18.
Las estadísticas de Puertos del Estado, sin embargo, señalan que el tráfico en Baleares crece (9%) y el de Barcelona, el líder con diferencia, cae ligeramente: un 7% de enero a mayo.
Valencia, como otras ciudades españolas, apostó fuerte por el turismo “como sector estratégico principal para el crecimiento económico y la generación de riqueza”, según dijo la alcaldesa, Rita Barberá.
Dentro de esa política, la atracción de cruceros (con sus correspondientes turistas) ha sido una de las principales apuestas de la ciudad, que incluso creó una tarjeta turística específica. De hecho, Valencia incrementó un 20% la recepción de este tipo de barcos en 10 años.
2013 y 2014, sin embargo, han supuesto un cambio de tendencia. Hasta abril, el número de pasajeros ya había descendido un 20%, quedándose en 66.000. En 2013, Valencia perdió tráfico levemente (1,48% menos, 473.000 viajeros en total) mientras que en España siguió creciendo, como lo hace en 2014, con un 6% más de pasajeros.
Así, el Puerto de Valencia apenas recibió en 2013 un 6% de los viajeros de cruceros de toda España. La ciudad tiene, a priori, margen de crecimiento: apenas tiene una quinta parte del tráfico de Barcelona (2.5 millones) y un tercio del de Baleares, los líderes.
Cierre de una terminal
Sin embargo, un operador del sector, Valencia Passenger Services (VPS), acaba de cerrar la terminal desde la que prestaba servicio a cruceros y cruceristas. El negocio, abierto en 2012, no ha cumplido las expectativas. Rita Barberá, que apadrinó la inauguración de la instalación, junto con la Fundación Turismo Valencia, en el ojo del huracán por la contratación de Iñaki Urdangarín, deben estar buscando fórmulas para relanzar el turismo de cruceros.