Almussafes asume un centenar de despidos en un primer ajuste de Ford a falta de conocer el gran recorte en fabricación

Comienza la gran reestructuración de Ford en Europa que se traducirá en miles de despidos, una parte de los cuales se anunciaron este martes sin que afecten de una forma sustancial a las instalaciones de la compañía en Madrid y València al centrarse en administración, ingeniería y diseño.

En concreto, Ford despedirá a 3.800 empleados en Europa para crear “una estructura de costes más ligera y competitiva” en la región, ha informado la compañía, que también ha detallado que esta reestructuración afectará a 2.300 trabajadores en Alemania, a 1.300 en Reino Unido y a 200 en el resto de Europa.

“Estos cambios están dirigidos por la transición a motorizaciones 100% eléctricas y menor complejidad de vehículos. Ford mantendrá una organización de ingeniería con unas 3.400 posiciones en Europa, enfocadas en diseño de vehículos y desarrollo, así como la creación de servicios conectados”, ha detallado la empresa.

De los 200 despidos fuera de Alemania y Reino Unido, según estiman fuentes de UGT, sindicato mayoritario en Almussafes, entre 120 y 150 afectarán a las instalaciones de la marca en Madrid y València, donde trabajan un millar de empleados en estas secciones (ingeniería y administración). La empresa, sin embargo, vinculó a Madrid la mayoría de despidos.

Las mismas fuentes han visto “con preocupación” la reestructuración y los despidos de la compañía en Europa, mientras siguen “a la expectativa” de saber los volúmenes de producción de 2023.

De hecho, UGT ha considerado “más que probable que durante la primavera de este año” comiencen las negociaciones para abordar un segundo plan de despidos mediante un expediente de regulación de empleo en las secciones de operaciones y fabricación que sí que tendría una mayor afección en la factoría valenciana, hoy por hoy el mayor centro de trabajo de la Comunitat Valenciana con 6.000 empleados.

La dirección de Ford Europa anunció a finales del pasado año la finalización de la producción de los modelos S-Max y Galaxy en la fábrica de Almussafes el próximo mes de abril.

De esta forma, la factoría valenciana tan solo fabricará el Kuga y el Transit. Además, desde UGT aseguran que aunque sin plazo fijado, también está previsto que se deje de producir este último modelo, por lo que tan solo se hará en las instalaciones valencianas el Kuga hasta que empiecen a fabricarse los modelos eléctricos, motivo por el cual debe empezar a negociarse el ajuste de la plantilla, actualmente inmersa en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que afecta a 700 empleados al día y que se renovó el pasado mes de diciembre durante seis meses. En cuanto a las cifras de despidos, fuentes sindicales estiman que afectarían a unos 1.000 empleados.

Aunque la planta de Almussafes fue la elegida para producir los vehículos eléctricos de Ford en Europa, una decisión que aseguró la carga de trabajo en los próximos años, la compañía ha avanzado en más de una ocasión que la transformación de la producción supondrá redimensionar la plantilla porque se requerirá menos mano de obra.

Desde UGT han valorado estos despidos como “una muestra más de la reestructuración tan radical que está haciendo Ford, llevándose de vuelta a Estados Unidos prácticamente toda la ingeniería y la administración que históricamente ha estado repartida entre Alemania y Reino Unido”.

Por parte de CCOO, han señalado que los despidos en Europa en estos momentos solo han afectado a algunas sectores de trabajo como la Ingeniería. “Esperemos que esto no se extrapole más adelante en el futuro a otros sectores como la producción, que es donde más trabajadores tiene la marca”, ha comentado el sindicato.

En la fábrica valenciana “puede estar garantizado el futuro de la factoría, pero no el de todos los trabajadores que estamos en ella. Nadie nos lo ha asegurado y esa es la preocupación que tenemos hacia el futuro, de cara a la transformación que estamos teniendo del coche de motor de combustión al eléctrico”.

Por su parte, desde Intersindical han lamentado que el acuerdo alcanzado con la empresa para la electrificación de la planta no incluye el mantenimiento de los puestos de trabajo y han asegurado que existe mucha preocupación por la situación de incertidumbre: “Trataremos de que las salidas sean lo menos traumáticas posibles mediante bajas voluntarias”.