La polémica decisión de Puertos del Estado de delegar en la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) la responsabilidad y la decisión de realizar una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para la ampliación norte sigue generando reacciones en el ámbito político, en el que los diferentes partidos han ido marcando posiiones.
Mientras que Podem y Compromís, junto con entidades como la la Federació d'Associacions Veïnals, se han mostrado en contra de la ampliación, han defendido el desmontaje de los diques de abrigo, y en el caso de los partidos políticos, han anunciado recursos judiciales para parar el proyecto al entender que la DIA de 2007 está desfasada, desde el PSPV, PP, Ciudadanos, Vox y la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) se ha defendido la consecución de la nueva terminal con argumentos más que discutibles y fácilmente desmontables.
Barcelona sí que ampliará su puerto. Este es sin duda uno de los argumentos más repetidos por la presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig. Sin embargo, fuentes de Puertos de Barcelona confirman que las declaraciones realizadas por la presidenta de la entidad, Mercé Conesa, en una entrevista realizada en el portal l'Económic tienen plena vigencia: “No vemos que ahora hayamos de ir a una tercera terminal; en este momento pienso que hay que ser muy prudente teniendo en cuenta el contexto económico de moderación que vivimos”, dijo Conesa.
Hay que ampliar el puerto para acoger buques de 24.000 contendores. La necesidad de acoger a los barcos más grandes del mundo es uno de los argumentos más utilizados por la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) para justificar la polémica macroampliación, tal y como recoge el pliego de bases del concurso para la construcción de la nueva terminal aprobado en noviembre de 2018. Sin embargo, en junio del pasado año la APV anunció vía Twitter la llegada del MSC SIXIN con capacidad para 23.756 contenedores, dejando patente que el puerto tal y como está configurado en la actualidad ya puede dar servicio a estos buques.
La ampliación ya está hecha. Otra de las afirmaciones más recurrentes y más fácilmente desmontables. Lo único que se ha hecho son los diques de abrigo construidos entre los años 2008 y 2012 y que incluyen la terminal de cruceros, es decir, la primera fase de la misma. La segunda fase que queda por ejecutar sería la más dura. Rellenar el interior de los diques con un muelle de dos kilómetros de largo y una superficie de 134 hectáreas para instalar las grúas y llenarla de contenedores. Un muelle que con el nuevo anteproyecto aprobado en 2018 se ubicaría anclado a los diques de abrigo, con el impacto visual que conllevaría desde las playas del Cabanyal y la Malva-rosa, lo que a su vez implica el traslado de la terminal de cruceros a los antiguos astilleros de Unión Naval, operación que investiga el Tribunal de Cuentas.
La ampliación creará miles de empleos que se podrían perder. Un estudio de la Universidad Politécnica pagado por los empresarios, por la Cámara de Comercio, la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) y la asociación de directivos y empresarios logísticos Propeller con un coste de 30.000 euros, estima en 6.000 los empleos que crearía la nueva terminal. Sin embargo, el principal sindicato de estibadores alegó al proyecto precisamente en sentido contrario, es decir, no solo denunció que no se crearía ni un solo puesto de trabajo, sino que además aseguró que pondría en riesgo hasta 500 por la alta mecanización de la terminal. Con todo, el traslado de la ampliación a Sagunt no implicaría la pérdida de puestos de empleo, sino que los trasladaría.
Los diques de abrigo no se pueden desmontar. Muchos de los defensores del proyecto han afirmado que los diques de abrigo no se pueden desmontar, como han pedido la vicepresidenta del Gobierno valenciano, Mónica Oltra, Compromís, Podem, la Comissió Ciutat-Port o la Federació d'Associacions Veïnals por la importante erosión que ha causado en las playas del Parque Natural de la Albufera debido al efecto sombra. Sin embargo, el propio anteproyecto de ampliación aprobado en 2018 contempla la retirada del contradique ya construido, que según el puerto, “se desmonta y las piezas se pueden reutilizar en otra zona”. Por tanto, la retirada de la totalidad de los diques sería perfectamente factible.
Si no se hace la ampliación, habrá que indemnizar a MSC. El síndic de las Corts Valencianes, Manolo Mata, afirmó recientemente que “la ampliación del Puerto de València implica una concesión a una empresa, que podría pedir daños y perjuicios si se retira esta concesión”. Sin embargo, la APV solo ha seleccionado una oferta, la de TIL (filial de MSC), la única que se presentó al concurso para la construcción y gestión de la futura terminal, pero la adjudicación de la concesión aún no se ha aprobado, ya que se pospuso a la espera del dictamen de Puertos del Estado.
Puertos del Estado avala la DIA de 2007. No es así. Puertos del Estado solo considera mediante un informe no vinculante que la DIA de 2007 no ha caducado, pero de hecho en su informe técnico cuestiona aspectos que podrían chocar con lo que establece ese informe ambiental de hace 14 años basado en una ley del año 1986 en todo lo que se refiere a los vertidos al litoral por la actividad de los dragados o al material sobrante de demoliciones. Por ese motivo deja en manos de la APV la decisión de tramitar una nueva DIA simplificada y se desvincula de toda responsabilidad legal.