El Ayuntamiento de València impulsa un proyecto europeo para paliar la pobreza energética y analizar sus efectos sobre la salud. A través del centro de innovación Las Naves, el consistorio busca 130 -unas 170 personas- familias para realizar una auditoría energética en sus hogares y unas jornadas formativas, que tienen como objetivo recopilar información para diseñar, implementar y evaluar un plan para reducir la pobreza energética y sus impactos en la salud y el bienestar de la población vulnerable de la ciudad.
Las iniciativa WellBased se canaliza a través de la oficina de energía del Ayuntamiento, que ha creado una escuela ciudadana en la que se imparte formación relacionada con medidas de ahorro energético. Las familias que quieran participar tienen hasta el 31 de mayo para inscribirse y deben hacerlo a través de la oficina física o de la página web (escoladretenergia.com) y asumir el compromiso de formar parte del programa durante 18 meses.
En la capital valenciana, una de las seis ciudades que participan en el proyecto piloto, las acciones se centran en los barrios de Algirós, Camins al Grau y Poblats Marítims, Benimaclet, Orriols, Torrefiel, Benicalap y Patraix.
El programa arranca con una auditoría energética, a la que le sigue una instalación domiciliaria de medidores de consumo y un kit para su reducción. El paquete, entregado a los usuarios, contiene bombillas led, una regleta, ribetes para evitar corrientes de aire en puertas y ventanas, un medidor de energía y un programador con temporizador para regular electrodomésticos.
El estudio aborda las consecuencias que tiene la pobreza energética para la salud, partiendo de algunas evidencias que se han mostrado en los últimos años. Las temperaturas excesivamente altas dificultan el descanso y producen mareos, el frío lleva a resfriados, la humedad excesiva a enfermedades respiratorias y además, añaden desde el programa, opera el factor mental: el estrés por no llegar a fin de mes. Estas cuestiones pueden cronificarse y afectan a la población más vulnerable, especialmente niños y ancianos.
Noemí García, coordinadora del proyecto WellBased en Las Naves, recalca la necesidad de abordar el derecho a la energía. “La pobreza energética es un problema estructural, no es solo una cuestión de ingresos. Influye el mercado energético, los precios elevados, la ineficiencia de los hogares y de los electrodomésticos”, indica.
El proyecto concluirá en dos años con una evaluación de los resultados, comparándose entre los seis pilotos que se desarrollan en diversos países de Europa, y se elaborarán unas recomendaciones de política económica, así como para la escalabilidad y replicabilidad de las intervenciones urbanas. En Valencia, además del Ayuntamiento, a través de Las Naves, participan en la iniciativa un consorcio formado por la Fundación València Clima y Energía, el Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA del Hospital Clínico de València, la Universitat de València y la empresa KVeloce.