Baleària, compañía en la que recaló la mano derecha de Puig, se queda la nueva terminal de cruceros tras los cambios en la ampliación del Puerto de València

La Mesa de Contratación de la Autoridad Portuària de València (APV) se reunió este miércoles para conocer la oferta de Baleària presentada al concurso de construcción y explotación de la nueva terminal de pasajeros del Puerto de València e iniciar así el estudio de la misma.

Esta infraestructura se ubicará entre el Muelle de Poniente y el Muelle del Espigón del Turia, en la zona anteriormente ocupada por el astillero de Unión Naval de Valencia, y que cuenta con aproximadamente 100.000 m2 y su concesión se otorgará por un plazo de 35 años, prorrogables hasta un máximo de 50 años.

Como informó eldiario.es, los cambios introducidos en la polémica ampliación norte por el actual presidente de la APV, el socialista Aurelio Martínez, implican el traslado de la terminal de cruceros de esa zona norte a los astilleros de la antigua Unión Naval, propiedad del presidente del lobby valenciano AVE (Asociación Valenciana de Empresarios), Vicente Boluda.

Este movimiento implicó en primer lugar el rescate de la concesión de la Unión Naval que ya no se utilizaba y cuyo contrato expiraba en 2027. A cambio, la APV aprobó una compensación al empresario mediante otra concesión de 35 años para construir dos torres de oficinas de 13 pisos.

Además, la naviera Baleària, ha sido la única empresa que presentó oferta para hacerse con la construcción y explotación de la nueva terminal de pasajeros en los mencionados astilleros, mucho más cerca del casco urbano de la ciudad.

Baleària, con sede en Dénia, se ha convertido en una de las principales empresas de la Comunitat Valenciana y es un ejemplo de gestión, liderada por su presidente Adolfo Utor. Además, el exalcalde de Gandia y exasesor del presidente Ximo Puig, José Manuel Orengo, abandó el gabinete de Presidencia en octubre de 2018 para entrar en la naviera como director corporativo de Expansión.

Utor y Orengo se conocen desde la etapa del primero en el PSPV -el empresario llegó a ser candidato municipal al ayuntamiento de Dénia en las listas socialistas-.

Según el proyecto presentado, la terminal garantiza que el 100% de la energía eléctrica necesaria se producirá en las propias instalaciones y será de origen renovable: fotovoltaica, eólica, hidrógeno renovable o biocombustible.

Según el proyecto presentado al concurso de la Autoridad Portuaria de València, la estación marítima funcionará con cero emisiones contaminantes y apostará por la economía circular. La nueva terminal de pasajeros, destinada tanto a líneas regulares de ferris como a cruceros.

Baleària invertirá más de 37 millones de euros en la infraestructura, que comprenderá unos 63.000 metros cuadrados y 13.462 de lámina de agua. El proyecto contempla unos tráficos anuales de 370.000 pasajeros en los primeros cinco años de explotación (que arrancaría en 2023), que se situaría alrededor del medio millón en los años siguientes, con un crecimiento anual pautado del 2%, según la estimación conservadora de la naviera. La compañía calcula que, durante la vida del contrato de explotación, la Autoritat Portuària de València recaudará unos 70 millones de euros por las tasas preceptivas de buques, pasajeros y mercancías. 

En las antiguas instalaciones de UNL se ubicarán las terminales para pasajeros de línea regular y cruceristas, con espacios y operativas separadas e independientes. Se habilitarán cuatro muelles para ferries y cruceros. Un pantalán central de 215 metros: con atraque a ambos lados para ferries y un muelle norte y un muelle sur para cruceros. Todos estarán preparados para acoger buques ro-ro y ro-pax. La nueva infraestructura del puerto de València para el tránsito internacional de pasajeros contará con dos explanadas de unos 15.000 y 6.000 metros para el preembarque desde los accesos sur y oeste. El proyecto incluye un Centro de Innovación y Ecoeficiencia y un espacio para la dinamización cultural.

Global Ports, el partner para cruceros

De la gestión de los cruceros se encargará Global Ports Holding (GPH), el mayor operador de cruceros del mundo, que apostará por una notable reducción de ruidos, además de por el reciclaje del 100% de sus residuos en la planta de biometano que se construirá en esa área y que digerirá también los residuos de buques y los propios de la terminal para obtener biogás. Este biocombustible alimentará una flota de vehículos que con el tiempo serán sustituidos por otros totalmente eléctricos, recargables en los puntos de suministro habilitados en los dos aparcamientos. Se dispondrá de cuatro veces más puntos de recarga de los que exige la normativa.

El proyecto de Baleària incluye la preservación de los elementos de patrimonio de ese entorno que destacan por su valor histórico, según determinó la cátedra Demetrio Ribes de arqueología industrial. Además de las naves, se conservarán dos grúas, la torre del agua y las gradas de los antiguos astilleros de la UNL.

Utor: “Un faro de sostenibilidad y pensada para las personas”

El presidente de la compañía, Adolfo Utor, ha subrayado que la nueva estación marítima “tendrá un corazón verde, espíritu inteligente y será un faro de sostenibilidad en el puerto de València”. “Será un hito para nuestra empresa, un espacio moderno, una terminal de pasajeros alineada con la política ecoeficiente en la que está inmersa Baleària con sus smart ships y su compromiso con los ODS”.

“Hemos apostado por una infraestructura racional, pensada para las personas, comprometida con la proximidad y con la calidad de vida de los pasajeros, de la ciudad y del barrio de Nazaret. No hay mejor forma de generar riqueza que no comprometer el bienestar de las futuras generaciones”, destaca el máximo responsable de Baleària.

El proyecto también contempla un centro formativo de la Escuela de Empresa Baleària (EdEB) con oferta en distintas áreas del sector marítimo y especialmente dirigida al barrio de Nazaret, dentro de un plan de acción para involucrar a los actores principales y grupos de interés.