El Ayuntamiento de València no reunió a los mandos de la Policía Local hasta pasados ocho días de la DANA. La Jefatura de Policía, encarnada por José Vicente Herrera, no convocó la reunión de la Junta Operativa de Mando hasta el 6 de noviembre, una semana después de las inundaciones que afectaron a provincia de Valencia y especialmente a la capital y su área metropolitana.
Ese miércoles se envió a primera hora un mensaje para convocar a los comisarios principales, comisarios e intendentes para abordar en un encuentro presencial los trabajos de “prevención” y coordinación de movilidad en la ciudad. Se aplaudió el trabajo de los policías locales en la emergencia y se abordaron las cuestiones de tráfico, que se atribuyeron a la Guardia Civil. Al parecer, no se consideró necesario una reunión formal y presencial con los altos mandos de la ciudad hasta la fecha. Los mandos policiales llevan tiempo expresando malestar a nivel interno por la descoordinación de los trabajos en la fase inicial de la emergencia, y especialmente porque no se les permitiera acudir a los municipios vecinos a prestar ayuda. Representantes sindicales y agentes trasladaron sus quejas durante los primeros días de la emergencia.
Entre las primeras órdenes que recibieron los agentes, pasadas las inundaciones, fueron garantizar la seguridad en La Torre ante algunos episodios de robos. Se comunicó a los mandos la organización de los voluntarios de todas las escalas para reforzar el fin de semana, que consideraron clave. El viernes comenzaba un puente, con la consiguiente previsión de voluntarios que después anegó las vías, y el domingo estaba prevista la visita del rey y del presidente del Gobierno. València convocó su gabinete de crisis, el Cecopal (Centro de Coordinación Operativa de ámbito local), antes de las 11 horas del 29 de octubre, cuando se elevó el nivel rojo para la ciudad.
Fuentes de la jefatura policial indican que estas reuniones son protocolarias y se dan con periodicidad. En concreto, apuntan que esta reunión estaba prevista con antelación a la barrancada. Tocaba ese día. Consideraron que era contraproducente convocar una reunión para atender la emergencia, que se estaba abordando en otros espacios, y reiteran que “como siempre, los mandos estaban trabajando y había comunicación verbal” desde el primer minuto. Se funcionó a través del Cecopal, el órgano donde están representados los efectivos de emergencias, bajo los mandos del concejal de Movilidad y Seguridad, Jesús Carbonell, y la alcaldesa, Maria José Catalá. En ese órgano, una suerte de gabinete de crisis, estaban presentes tanto el comisario principal jefe como otros mandos de su confianza, como el responsable de la Unidad de Seguridad Ciudadana, el comisario Las Heras. Las decisiones se toman de manera colegiada, apunta jefatura, recalcando que los efectivos estaban movilizados desde el día 29.
El Ayuntamiento apunta que la junta de mandos tiene un funcionamiento reglado en el reglamento, y los mandos estuvieron en contacto desde el primer momento y operativos. “Los mandos de la Policía Local trabajan por indicaciones orales y no por órdenes escritas”, recalcan.
Respecto al malestar de los agentes por no poder salir de la capital, la jefatura subraya que la ciudad de València era un caos en los primeros días, con más de un millón de personas entrando y saliendo de la ciudad, y su tarea fue controlarlo y evitar que se desmadrara, mientras abrían vías para los efectivos de emergencias y mantenían la acción en las pedanías. València fue una ciudad afectada por la DANA, recalca la Policía Local, un cuerpo que cuenta con parte importante de sus agentes residiendo en el área metropolitana afectada. A ello hay que sumar que muchos agentes no se encontraban en turno de trabajo y los que están de baja, añaden. Todos los comisarios se encontraban en activo y coordinados verbalmente, insisten.
El 13 de noviembre, la Concejalía de Movilidad remitió un comunicado en el que se explicaba el operativo policial desde el dos de noviembre, que abordaba un plan de colaboración con policías de Madrid, Badajoz, Albacete o Torrejón. En él, apunta que parte importante de este dispositivo de apoyo lo tiene el Plan de Movilidad de la ciudad “que es pieza clave para que puedan fluir los servicios de emergencias, especialmente maquinaria pesada, al resto del área afectada. Este operativo especial tiene 35 puntos esenciales, cubiertos por casi un centenar de efectivos, para que la movilidad sea lo más eficaz posible”.
El concejal Carbonell indicó que desde la Policía Local de València estuvo en contacto, forma directa o canalizados a través de la Agencia Valenciana de Seguridad y Emergencias, con responsables de los municipios afectados para conocer sus necesidades. Con esos datos se han distribuido las patrullas en las poblaciones que han requerido la colaboración. En la comisión de estudio de la DANA del Ayuntamiento, el comisario principal Jefe valoró que 1.952 agentes participaron en las labores de rescate y ayuda, tanto en las pedanías del sur como en el resto de poblaciones afectadas. Del mismo modo, 93 miembros de la Policía Local de València que residen en otros municipios damnificados prestaron servicio en estas zonas.