El descarrilamiento de un tren en el túnel que conecta las estaciones de Atocha y Chamartín el pasado sábado 19 de octubre ha vuelto a poner de relieve los problemas de una infraestructura crítica para las conexiones de la alta velocidad. El túnel, que cuenta con dos vías –una en cada sentido– solo lleva dos años operativo, lo suficiente como para poner de manifiesta su falta de operatividad, debido también al histórico concepto radial de las infraestructuras por el que todo debe pasar por la capital.
El problema es doble: por un lado, la práctica totalidad del tráfico de alta velocidad entre Madrid y la Comunitat Valenciana y Murcia se ha concentrado en este túnel y por otro, que las vías son de exclusivamente de ancho internacional y por lo tanto sobre ellas solo pueden circular estos trenes, del mismo modo que no se pueden desvíar a las plataformas de Cercanías o media distancia, de ancho ibérico. Así, si existe un problema que obliga a cortar el tráfico en el túnel no hay plan B. Todo el servicio queda paralizado.
Esto es precisamente lo que se pretende evitar en València con los nuevos túneles que hay en proyecto, en concreto, con el túnel pasante y con la prolongación del de Serreria.
Según ha informado a elDiario.es el coordinador del Corredor Mediterrénero, Josep Vicent Boira, la oficina que dirige ha elevado al Ministerio de Transportes y al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) una propuesta que en esencia consiste en integrar en ambos túneles vías de ancho ibérico e internacional mediante la instalación de un tercer hilo de forma que puedan circular indistintamente trenes de Cercanías, media distancia, larga distancia (Euromed), AVE y mercancías en el caso de Serrería. Por este último túnel ya existe un tercer hilo en una de las vías y en la otra está en proyecto. Esto permitiría redirigir todos los trenes indistintamente de su tipología en caso de incidencia en uno de los túneles o de las vías.
“El túnel pasante debería permitir el acceso de los cercanías y media distancia, no solo de los AVE y larga distancia. Esto permitiría, sin un coste adicional, derivar el tráfico por Serreria en caso de alguna contingencia. Además contribuiría a reforzar el papel de las estaciones intermedias del túnel pasante previstas en la avenida de Aragón en las universidades”, ha explicado Boira.
La propuesta está siendo estudiada en estos momentos momentos por el ministerio y por Adif. Si bien la futura estación central, cuya licitación del concurso de ideas está prevista para final de año, tiene previsto albergar andenes para todos los operadores, la idea era que tan solo los de larga distancia y los AVE tuvieran continuidad por el túnel pasante. Con todo no hay nada cerrado y las diferentes alternativas se están analizando en estos momentos.
La estación intermodal que servirá para unir el canal de acceso, ahora en obras, el túnel pasante, y que sustituirá a la de Joaquín Sorrolla, resolverá en tres plantas la funcionalidad ferroviaria, adecuándose a las futuras demandas de capacidad e integrando todos los servicios ferroviarios: Media y Larga Distancia Convencional, Alta Velocidad, Cercanías, metro y tranvía. Además, se proyectará el edificio, un nuevo hito de ciudad, que combinará elementos del pasado con un nuevo modelo de movilidad.
Horizonte de 2050 en el túnel pasante
Según las previsiones de demanda del Corredor Mediterráneo que maneja el Ministerio de Transportes, sería imprescindible que el túnel estuviera en servicio en 20 años para mejorar el transporte de Cercanías con una captación de pasajeros estimada en 15.600 viajeros/día, induciendo una cifra similar en otros medios de transporte público por el efecto red y aumentamos la capacidad de la red, especialmente de la vía de Serreria que daría servicio al Puerto, haciéndola más resiliente frente a incidencias.
Sobre la necesidad de prolongar el túnel para evitar la destrucción de huerta protegida, la Ley 5/2018, de 6 de marzo, de la Huerta indica que las infraestructuras de nueva implantación y la modificación y adecuación de las existentes requerirán un estudio de integración paisajística informado favorablemente por la conselleria competente en materia de paisaje y un informe favorable del Consejo de la Huerta de València.
El túnel pasante atravesará la ciudad de València por la Gran Vía Marqués del Turia y por la avenida de Aragón, dando continuidad al canal de acceso. Para avanzar más ágilmente en su desarrollo se trabaja en un estudio complementario para prolongar el túnel hasta Albuixec y pasar L'Horta, que está protegida, y que se ha decidido separar la tramitación ambiental del tramo Albuixec-Castellón para descongestionar ese tramo lo antes posible.