“Emitir declaración favorable solicitada por la representación de la mercantil Nautalia Viajes, S.L. (...) para la celebración de los festejos de 'Bous al Carrer' entre los días 16 y 17 de marzo de 2024, en la Plaza de Toros de València”, en concreo, “concurso de recortadores a desarrollar entre las 11.00 y 15.00 horas del 16 de marzo de 2024” y “suelta de vacas, bou de corro y toros embolados a desarrollar entre las de 22.00 horas del 17 de marzo y las 3.30 horas del 18 de marzo de 2024”.
La moción presentada este jueves 14 de marzo por el concejal delegado de Transparencia, Información y Defensa de la Ciudadanía, competente además en Bienestar Animal, Juan Carlos Caballero, del PP, se resuelve de esta forma en lo que será la vuelta al coso taurino de la calle Xàtiva de este tipo de actos que se prohibieron en el año 2016 en València, entonces con Compromís, PSPV y València en Comú en el equipo de Gobierno municipal.
Sin embargo, una de las primeras medidas que adoptó la alcaldesa de València, María José Catalá, cuando fue investida alcaldesa, en aquel momento aún sin Vox como socio de Gobierno, fue dejar sin efecto aquella prohibición que también incluía el 'bou amb corda', a pesar de los informes que certifican que “el animal es sometido a un dolor innecesario”. La eliminación de esta prohibición es la base de la petición de la empresa gestora de la Plaza de Toros, tal y como recoge la moción a la que ha tenido acceso elDiario.es.
Al respecto, la portavoz municipal del PSPV, Sandra Gómez, ha lamentado que “una vez más la València de la señora Catalá es esa València insensible con el sufrimiento de los animales” y ha añadido: “La realización del 'bou embolat' en el corazón de València era una práctica desterrada y que vuelve la mano de la señora Catalá que me temo que no es más que una comparsa que dirige Vox y que marca el ritmo y la agenda de la ciudad. Por eso no nos puede extrañar que las prácticas más insensibles con el sufrimiento como es el 'bou embolat' vuelvan a presidir nuestras Fallas sonrojando a la inmensa mayoría de los valencianos y valencianas que ni participamos, ni nos gustan, ni desearían que se celebraran en València”.
Un informe del Consell Valencià de Cultura (CVC) afirma textualmente que “en el caso de la modalidad del 'bou embolat”, resulta manifiesto el hecho que el animal es sometido a un dolor innecesario. Una reforma de la práctica tradicional implicaría la supresión del 'bou embolat' y su sustitución por un tipo de actividad sin bolas de fuego o con la sustitución del animal por representaciones de animales, a pesar de que el CVC es consciente de la gran presencia que está teniendo en los últimos años (alrededor del 80% de las fiestas)“.
Por su parte, el informe de la Universitat de València (completo en el enlace) afirma que en cuanto a la protección de la integridad del animal, esta es “absolutamente imposible” en las corridas de toros, atendida la existencia del tercio de varas, las banderillas y el sacrificio: “Pero, también en la mayoría de modalidades del toro de calle se dan pautas de actuación que producen sufrimiento al animal, más claramente presentes en el 'bou embolat'. La violencia sacrificial, y por tanto el maltrato y la tortura, es un elemento indisoluble de la fiesta que, desde una perspectiva contemporánea, no puede ser incluida en una declaración de bien patrimonial inmaterial, por muy grande que sea el arraigo histórico y la implantación social”.
Para la concejala de Compromís, Gloria Tello, “es verdaderamente triste comprobar como el gobierno del PP de la señora Català València sentencia definitivamente la protección del bienestar animal con la recuperación de prácticas de maltrato que los valencianos y valencianas creíamos ya superadas por su crueldad”.
Tello ha afirmado que “la intención de este Gobierno reaccionario fue clara desde un primer momento: eliminar la Concejalía de Bienestar Animal que lideramos desde Compromís y acabar con todas las garantías que implantamos para asegurar el bienestar animal en nuestra ciudad”.
La práctica del toro embolado constituye !una de las más crueles hacia los animales, como corroboran científicamente los especialistas“ y ha añadido: ”Con esta aprobación de unas prácticas que ya teníamos superadas con gran consenso social en la ciudad, el PP de Català se muestra enemigo del bienestar animal y profundamente irresponsable también en cuanto a la seguridad e integridad de todas las personas“.