La titular del juzgado de lo penal número 17 de València ha condenado a siete meses de prisión a un vecino de Burjassot con antecedentes penales por un delito de maltrato animal, en concreto a un perro de raza bulldog ingles, de nombre Rocky.
El acusado también queda inhabilitado durante 20 meses para el trato o tenencia de animales y deberá abonar 2.800 euros a la protectora Modeprán, entidad denunciante, en concepto de responsabilidad civil por el coste de los cuidados que dispensó para recuperar al can.
Según la sentencia a la que ha tenido acceso elDiario.es, queda probado que el condenado “en el mes de septiembre de 2016 poseía en la localidad de Burjassot un perro de raza bulldog inglés, presentando el animal en fecha 14 de septiembre de 2016 un estado físico lamentable, con alto grado de deshidratación, desnutrición y caquexia, mal estado en la piel, deprimido y apático y con una infección generalizada”.
Además, “presentaba inflamación considerable en el oído izquierdo, con larvas de mosca, gran cantidad de pus y tejido necrótico y diversas heridas en la cara y el cuello”. A pesar de la evidencia de tales lesiones, “el acusado omitió toda atención o tratamiento al respecto, omitiendo cualquier visita al veterinario o cura casera”. El fallo afirma que de no haber sido por la asistencia del veterinario de Modeprán, el animal habría fallecido.
Al respecto, fuentes de la protectora han destacado el trabajo de la entidad como acusación, así como el del letrado Felipe del Baño el del procurador, Pedro Reyes, miembros ambos de Avada, abogados valencianos en defensa de los animales.
Modeprán ha alertado de que “con los cambios que propone la Ley de Enjuiciamiento Criminal, en los delitos de maltrato animal, las asociaciones protectoras no van a poder personarse como acusación, ya que solo la podrían ejercer los propietarios directos de los animales que en muchos son los que los maltratos y que dejan en un limbo y sin defensa a los que carecen de propietario”.