El presidente del Gobierno valenciano, Carlos Mazón, y el líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, siguen agitando la campaña de descrédito hacia la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) para tratar de eludir responsabilidades en la desastrosa gestión de la DANA el pasado martes 29 de octubre, día en que murieron más 200 personas arrastradas por las lluevias torrenciales.
Sin ir más lejos, este martes el propio Feijóo aseguró que la Aemet dijo que la previsión era que “las lluvias remitían”, algo que no aparece acreditado en las redes sociales del organismo, que mantuvieron el aviso de nivel rojo desde las 7.36 horas del 29 de octubre y durante toda la jornada. Además, cargó nuevamente contra la CHJ: “El problema vino por el barranco del Poyo. Y desde las 16.15 de la tarde hasta las 18.45 horas, es decir, dos horas y media, la Confederación no informa del caudal que está bajando por ese barranco”, dijo.
Feijóo criticó que la Confederación Hidrográfica del Júcar informara por email de esa situación de emergencia. “¿La da por un email y resulta que esto es un lenguaje administrativo o es una negligencia?”, se preguntó el líder del PP. Además, y ante las horas de la tarde del 29 que Mazón estuvo ausente, argumentó que él “no forma parte del Cecopi”.
Sin embargo, el líder del PP retorció la realidad en su comparecencia y omitió mucha información sustancial. Por ejemplo, el correo con el que la CHJ ya avisó al Centro de Coordinación de Emergencias (CEE) por la mañana de la situación de colapso del barranco y que motivó que el propio CCE, tal y como establece el Plan Especial de Riesgo de Inundaciones, lanzara una alerta a las 12.20 horas que nunca dejó de estar vigente. Emergencias, dependiente de la Conselleria de Justicia de la Generalitat Valenciana, es la responsable de llevar el seguimiento del caudal del barranco y de establecer las medidas de prevención oportunas con la información remitica por la CHJ.
Según el correo electrónico al que ha tenido acceso elDiario.es, la CHJ se dirigió a las 12.07 horas a Protección Civil, subdelegación y delegación del Gobierno con el siguiente aviso: “Aviso de caudal en rambla del Poyo (Riba-roja-València). Valor: 264 metros cúbicos por segundo mayor de 150 metros cúbicos por segundo con tendencia ascendente a las 11.40 horas. Para su conocimiento, la crecida está siendo muy rápida. Se continúa el seguimiento desde la sala SAIH (Sistemas Automáticos de Información Hidrológica”. Los 150 metros cúbicos por segundo es el umbral a partir del cual los técnicos del CCE deben hacer un seguimiento y estar pendientes por posible riesgo.
Tras este correo, el CCE lanza la mencionada alerta. Pese a este aviso y al anterior de Aemet, el Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi) no se constituye hasta las 17.00 horas y no es hasta las 20.12 horas cuando se lanza la alerta masiva a los teléfonos móviles de la población, cuando miles de ciudadanos estaban ya atrapados. Mazón llegó al Cecopi pasadas las 19.30 horas tras la comida de trabajo en la que ofreció la dirección de À Punt a la periodista Maribel Vilaplana.
Además, fuentes de la CHJ han asegurado que “el seguimiento de ramblas y barrancos no se realiza desde la CHJ”. De acuerdo con “los sucesivos planes especiales de inundación de la Generalitat Valenciana, dicho seguimiento se realiza en base a la coordinación de toda la información que el CCE recibe de todos los organismos implicados (los municipios y los servicios de intervención desplegados en el territorio, especialmente Guardia Civil, Servicio de Bomberos Forestales de la Generalitat, Policía de la Generalitat, agentes medioambientales y recursos adscritos al servicio de vigilancia preventiva frente al riesgo de la conselleria competente, brigadas de la Diputación de Valencia, comunidades de regantes y servicios del ciclo integral del agua y las propias llamadas del 112)”.
Las mismas fuentes han explicado que “el papel de la Confederación Hidrográfica en este caso es contrastar la información que están recibiendo, a propuesta del CCE. Respecto al caso concreto de Paiporta, hay que decir, además, que las primeras inundaciones que se estaban produciendo (en torno a las 19:00 horas) no podía provocarlas el agua que pasaba por el sensor de la CHJ sino la que llegaba de los barrancos situados aguas abajo (Gallego, Cavalls y Horteta), barrancos en los que no existe ningún punto de control”.
Por este motivo, comentan que “era el CCE el que, con toda la información que debía estar recibiendo, debía tomar las decisiones pertinentes y coordinar y avisar a los ayuntamientos de la cuenca”. A pesar de todo ello, aseguran que la CHJ, cuando tuvo constancia de la crecida en el barranco, lo comunicó al CCE; sin embargo, el CCE no hizo nada con dicha información“.
Al margen de esta información, desde la Confederación destacan que “antes de que comenzara la reunión del Cecopi a las 17.00 horas, y con el caudal de la rambla del Poyo en descenso, el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) envía dos alertas por intensidad de lluvia en Chiva a las autoridades de Protección Civil: la primera se envió a las 16.37 horas (36 litros por metro cuadrado en una hora) y la segunda a las 16.50 horas (54 litros por metro cuadrado)”. Estas alertas saltan cuando el pluviómetro de Chiva detecta que se supera un umbral, lo que genera un aviso automático que se manda por mail a Protección Civil.
Posteriormente, el organismo remite un nuevo aviso por correo electrónico a las 18.43 horas (el mismo medio que horas antes implicó la alerta de la CEE) en el que advierte de que el medidor del barranco del Poyo en Riba-roja registra “1.686 metros cúbicos por segundo, con tendencia ascendente” y crecida “muy rápida”, seguramente como consecuencia de las lluvias registradas por el pluviómetro de Chiva. Pese a todo, el aviso a los móviles de la población aún se demoró casi una hora y media.
Como informó este diario, el Plan Especial de Riesgo de Inundaciones deja meridianamente claro, entre otras cosas, que el Centro de Coordinación de Emergencia, en cuanto al seguimiento de niveles en cauces, debe mantener informados a los ayuntamientos de cuencas afectadas, si bien estos pueden adoptar también sus propias medidas de prevención mediante bandos municipales. Sin embargo, varios ayuntamientos, como los de Aldaia, Sedaví, Paiporta o Algemesí ,no recibieron esta información por parte de Emergencias de la Generalitat.