La actual estación de autobuses de València se construyó tras la riada de 1957 y desde entonces no se le ha realizado prácticamente ninguna reforma de calado más allá del mantenimiento mínimo necesario para su funcionamiento diario.
La última actuación se realizó en 2011 y consistió básicamente en una mano de pintura y sellado de grietas. Actualmente la gestión del recinto está en régimen de concesión a la empresa Alsa hasta el año 2038.
Ahora, 11 años después, la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad que dirige Rebeca Torró invertirá 640.000 euros en una mejora más ambiciosa cuyas obras está previsto que arranquen este mismo mes.
Los trabajos consistirán en la mejora de la iluminación, los accesos, la limpieza y el techado, en definitiva, una actuación integral en todos los elementos necesarios para convertir la estación en un lugar habitable, adecuado y amable.
Con todo, se trata de una actuación rápida porque la estación necesita adaptarse y mejorar las condiciones actuales y posteriormente, en una segunda fase, está prevista una actuación más estructural e integral para la que se convocará un concurso de ideas.
En esta segunda fase es en la que podría cobrar relevancia el Plan de Movilidad Metropolitano (PMoMe) de València que se encuentra en periodo de alegaciones. Según el documento, “esta mejora a corto plazo de la actual estación de autobuses de València es compatible con el estudio, a medio y largo plazo, del traslado de la estación de autobuses al entorno de la Estación Joaquin Sorolla o futura estación Central; por centralidad y por ser un nodo intermodal de primer orden (AVE, Media distancia, Rodalia, metro, Metrobús y EMT), la estación de autobuses debe localizarse allí.
Para llevar adelante el proyecto, se propone, en primer lugar, “abrir un proceso de diálogo con las entidades privadas para su colaboración, con los agentes privados para llegar a acuerdos de colaboración para mejorar la conectividad e intermodalidad del entorno de las estaciones de autobuses metropolitanas”
En segundo lugar, “definir las necesidades de proyecto y valorar las intervenciones a realizar; para cada caso concreto se deberá valorar las necesidades del proyecto”.
En este sentido, el alcalde de València, Joan Ribó, valoró positivamente esta opción, aunque se mostró cauteloso por las implicaciones que podría tener para la movilidad trasladar al centro todo el flujo de auobuses que entra y sale de la estación: “Es una opción muy interesante, cuanto más intermodal sea una estación por definición es mejor, pero tiene un problema, y es que hay que estudiar cómo afectaría a la movilidad, pero la idea me parece estupenda”.