Feria Valencia hará “todo lo que permita la ley” para que el PP pague los 568.000 € del Congreso de 2008
El presidente de Feria Valencia, José Vicente González, ha garantizado este jueves que el recinto hará “todo lo que permita la ley” para que el Partido Popular abone los 568.111,94 euros que adeuda por el Congreso Nacional que la formación estatal celebró en las instalaciones en 2008 y culminó con la designación de Mariano Rajoy como candidato a la Presidencia del Gobierno.
Por tanto, ha asegurado que la Feria pedirá la ejecución de la condena en el caso de que el PP recurra la sentencia de esta semana de un juzgado de Madrid que le obliga a pagar la deuda.
“Es evidente que el Congreso se hizo y que no se pagó”, ha subrayado el titular del recinto en la comisión de investigación en las Corts Valencianes, para remarcar que desconoce si los 'populares' recurrirán y que la dirección de la Feria hará “todo lo que permita la ley” y “todo lo necesario para defender sus intereses”.
Preguntado por la resolución judicial de este lunes -que estimó íntegramente la demanda de Feria Valencia al entender que existía un contrato verbal entre las partes-, González ha explicado que llega después de que la dirección del recinto intentara “llegar a un acuerdo con el PP”, algo que “no fue posible”.
En cualquier caso, el presidente de la Feria no tenía “ninguna duda” de que fallarían a su favor. “Hemos llevado al PP a los tribunales como hacemos con cualquiera que no paga”, ha aseverado, por lo que cree que hicieron lo que tenían que hacer en ese momento.
Optimismo por el futuro de Feria Valencia
Por otro lado, respecto al futuro del recinto valenciano, González ha pedido tener las “manos libres” para reflotar definitivamente el recinto tras haber “cortado” los gastos y generar beneficios a partir de 2016. Con los requerimientos de la Intervención General, Fiscalía y la comisión en las Corts, ha lamentado que “con cada noticia en los periódicos” perdía “15 clientes”, porque “no son tontos y decían: con este lío van a cerrar”.
Esta situación, con la que considera que ha colaborado “en todo momento”, ha lamentado que supuso la pérdida de muchos recursos humanos de la Feria para dedicarse a “arqueología administrativa”. “Qué quiere que haga? ¿Le pongo dos cartuchos de dinamita y exploto el edificio?”, ha elucubrado.
Frente a esta posibilidad y “una vez desaparecido el pecado original”, ha urgido a las administraciones a que aporten “tranquilidad, agilidad y tiempo” para que Feria Valencia funcione como debe. Se trata de algo que ve posible tras cerrar 2016 con beneficio operativo, que será menor este ejercicio al ser año impar y no contar con algunos certámenes bienales.
“Estamos en los siete años de las vacas gordas”, ha ilustrado, para marcarse como retos conseguir socios tanto nacionales como extranjeros, siempre que “no financieros”.
José Vicente González ha expresado así su confianza en la hoja de ruta establecida entre Generalitat, Ayuntamiento de València y la Feria. “Tengo 71 años y me divierto mucho más pescando en Dénia que en la Feria. Solo estoy aquí para que no perdamos una cosa más, después de muchas cajas de ahorro e incluso el Valencia (club de fútbol)”, ha manifestado.
En cuanto a su definición, ha reclamado “dejar claro” el carácter público-privado del recinto y que “lo público sea público, el edificio y su carga, y lo privado, privado: su explotación comercial”.
“Desgraciadamente, estamos muy lejos de Ifema (Madrid) y Fira Barcelona. Si tuviéramos las manos igual de libres que ellos, podríamos ser un tercero destacado, porque la liga siempre la gana el Madrid o el Barça”.
Sentir empresarial
Al echar la vista atrás, cuando entró en el Patronato en 2006, el titular de Feria ha señalado que “si desde el primer momento la inversión se hubiera separado del negocio, no habría habido tantos problemas”. En su opinión, con la llegada de la crisis, “se reacciona tarde y se gastó más para intentar remontar”, además de “penar que se iba a seguir creciento toda la vida”.
Sobre la ampliación del recinto hace una década, ha recalcado que no tomó “ninguna decisión” en el Patronato porque “ya estaba hecho” y se encontró las obras incluso acabadas. Eso sí, ha asegurado que “era un sentir del mundo empresarial que había que hacer una ampliación”, ya que en certámenes como Cevisama o Habítat “había hasta cola para poder exponer”.
Lo cuestionable, en su opinión, era si debió de hacerse con ese coste, que ha insistido en que es de 587 millones de euros y no 1.087, pues esta cantidad “es la diferencia de no tener dinero para pagar el contado”, algo que ha ilustrado con el pago de una hipoteca.
En su entrada al Comité Ejecutivo en 2012, un año antes de la Presidencia, González ha recordado que “Feria Valencia no podía pagar ni su funcionamiento normal” en una situación de tesorería “dramática” que impedía pagar a los proveedores, “casi una quiebra”.
“Si le hubieran dado el edificio gratis, tampoco habría podido aseverar”, ha aseverado, por lo que considera que estos años se ha dedicado a “apagar el incendio” y “asegurar el futuro”.
El presidente incluso ha asegurado que pensó en dimitir porque se pregunto qué hacía allí sin ser feriante. “Pero me di cuenta de que era una responsabilidad, porque sino eso no llegaba ni a los dos meses”, ha remarcado, para lamentar que “la moral de los trabajadores tampoco era la necesaria” y, en otro símil futbolístico, señalar que “a todos nos gusta estar orgullosos de la camiseta que llevamos”.
Diálogo “de besugos”
La intervención de José Vicente González ha estado marcada por un momento tenso en el que el diputado del PP Fernando Pastor ha criticado que haya sido un “diálogo de besugos” por parte del resto de parlamentarios, por formularle las mismas preguntas que al resto de comparecientes de los últimos meses.