Visto para sentencia el juicio en el Tribunal de Cuentas sobre el robo de 4 millones de euros que se produjo en la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de València en septiembre de 2019 por medio de la estafa del CEO. La vista se celebró este martes en Madrid contra la exdirectora de administración de EMT, Celia Zafra, por su presunta responsabilidad contable en el fraude.
En el juicio declararon la propia Zafra como demandada y el presidente de la EMT, el concejal Giuseppe Grezzi, en calidad de representante legal de la empresa. Según han informado fuentes conocedoras del proceso, la Fiscalía se ha adherido a la mayoría de las argumentaciones de los abogados de la EMT y ha reiterado que Zafra sí era gestora de fondos públicos porque tenía la facultad y disponibilidad de ellos, en cuanto que la que ordenó las diferentes transferencias.
Las mismas fuentes han explicado que el propio Ministerio Fiscal deduce que las pruebas puestas de relieve en la vista han acreditado los hechos, e insiste en que no hay duda sobre los procedimientos de pago, que la exdirectiva no respetó. La Fiscalía defiende así que Zafra tuvo indicios para aplicar la diligencia y darse cuenta de lo que estaba pasando, además de que por la responsabilidad que desempeñaba tenía que haber puesto lo que estaba sucediendo en conocimiento de su superiora.
En paralelo al procedimiento del Tribunal de Cuentas, Zafra es la única investigada por la vía penal en el Juzgado de Instrucción número 18 de Valencia. La representación letrada de Caixabank, tal como ha informado este diario, se resiste a proporcionar los protocolos internos sobre blanqueo de capitales a los que estaban sujetos los empleados que intervinieron en la operativa. Se trata de los últimos flecos antes de la finalización de la instrucción del caso.
Caixabank descarta cualquier tipo de responsabilidad por estos hechos y rechaza devolver el dinero, mientras que la EMT considera que fue responsable subsidiaria del robo. Una revista interna de Bankia, la entidad que rechazó en un primer momento efectuar las transferencias, presumió poco después de que se destapara el fraude de que sus trabajadores evitaron un “importante daño reputacional” a la entidad bancaria. Por el contrario, según la revista Somos Bankia, la estafa a la EMT ha supuesto un “grave impacto reputacional” a Caixabank.