La dirección de Ford en Almussafes se mostró este lunes abierta a estudiar alternativas al plan propuesto el pasado viernes por el que pretenden aprobar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que implicaría el despido de 1.622 empleados y empleadas, 626 mediante bajas incentivadas con carácter definitivo, y 996 serían despidos objetivos con preferencia de recontratación en 2027.
Este segundo punto, el del plan de recontratación, es el que rechazan tanto UGT, sindicato mayoritario, como Intersindical, tal y como trasladaron a los directivos de la multinacional en una reunión que se celebró este jueves.
Ambas organizaciones comentaron tras el encuentro que han planteado otras alternativas por las que se evitarían estos 996 despidos. Esas alternativas pasarían por diferentes expedientes de regulación de empleo temporales (ERTE) de forma transitoria hasta el año 2027, cuando la producción del nuevo modelo híbrido implicará de nuevo una mayor mano de obra. Las mismas fuentes aseguraron que la empresa se ha mostrado abierta a estudiar estas alternativas y que este jueves habrá una nueva reunión.
Tras la reunión de este lunes, la empresa reiteró “su compromiso de acordar una solución de transición, hasta que comience la producción del nuevo vehículo en 2027, para los aproximadamente mil empleados que no serán objeto de medidas estructurales”.
Así, aseguró que “intensificará de forma inmediata el trabajo conjunto ya iniciado con la representación legal de los trabajadores y los gobiernos nacional y regional para desarrollar un plan que reduzca el impacto en los empleados de Ford y sus familias”.
Por su parte, el sindicato mayoritario UGT valoró que la firma esté “dispuesta a trabajar sobre otras alternativas” al despido con opción a recontratación. La organización ha destacado que, si bien no se han producido “avances en ningún punto en concreto”, “sí que se abre una negociación con la predisposición por ambas partes de alcanzar un acuerdo”.
Este es el cuarto gran ERE que afronta la factoría desde 2020 y el segundo desde que se selló el acuerdo por la electrificación en 2022, cuando la multinacional eligió a la fábrica valenciana para ensamblar sus vehículos eléctricos en Europa. Aquel acuerdo supuso un importante ajuste en las condiciones laborales de los empleados. Sin embargo, a los pocos meses la compañía aplazó sus planes vinculados a la implantación del vehículo eléctrico y el pasado 10 de mayo anunció la fabricación de un nuevo modelo híbrido en exclusiva en Almussafes para el año 2027.
Lo que parecía en el año 2022 una apuesta clara por València, se ha transformado en una travesía por el desierto. En aquel momento la fábrica contaba con 6.000 empleados y fabricaba cinco modelos (Kuga, Transit, Mondeo, S-Max y Galaxy). En la actualidad la factoría cuenta con 4.800 empleados tras el ERE del año pasado por el que se despidió a 1.200 trabajadores y tan solo se fabrica el Kuga. Una vez de ejecute el nuevo despido colectivo, si finalmente afecta a 1.600 empleados, la plantilla se habrá reducido en un 46% al pasar de 6.000 a 3.178 personas.
UGT pide un ERE como el anterior y mecanismo RED
En la reunión, UGT explicó a la dirección todos los puntos de la propuesta que aprobó por unanimidad este sábado en una asamblea extraordinaria de afiliados.
UGT acordó oponerse a los despidos con preferencia de recontratación y tratar de negociar un ERE que “garantice las mismas condiciones” que el expediente que se cerró en abril de 2023. También reivindicó negociar un ERTE mecanismo RED, o un plan con garantías similares y que el complemento salarial deberá garantizar hasta el 90% del salario, entre otras cuestiones.
“La dirección de la empresa se ha comprometido a valorar nuestra propuesta, argumentando además que nunca contempló como única alternativa el despido con recontratación en 2027 de 996 personas, estando dispuesta a trabajar sobre otras alternativas, ya que como bien es sabido habrá carga de trabajo para ese excedente en 2027”, dijo en un comunicado el sindicato mayoritario.
Propuesta de Intersindical
Por su parte, STM-Intersindical defendió una “reducción sustancial” de la propuesta de excedente de plantilla, reforzando equipos de trabajo ante los “exhaustos ritmos” de la planta. Para las salidas definitivas, ha pedido prejubilaciones hasta los 53 años, como en el anterior ERE.
Para el resto de empleos afectados, el sindicato se ha mostrado partidario de un “ERTE rotatorio (RED o no RED) sin pérdida salarial” y que, en caso de agotarse el subsidio de desempleo, la empresa lo complemente. Asimismo, ha insistido en que “todas las salidas han de ser totalmente voluntarias”.
Del mismo modo, STM reclamó “retroceder del acuerdo de electrificación y anular, tal y como lo llama la empresa, la ”reducción de costes salariales“ debido a que no ha venido la famosa plataforma GE2 del vehículo eléctrico”.
STM expuso que se trata del cuarto ERE en cinco años y el segundo desde el acuerdo de la electrificación. “Los más de 20 años de mayoría de UGT firmando convenios nos han llevado a una gran cantidad de recortes y sobre todo, a una terrible destrucción de empleo”, que ha dejado a la planta en su “mínima expresión de trabajadores en los casi 50 años de vida de Ford Almussafes”.
“Una desgracia que no solo afecta a la los y las que trabajamos en Ford, también al empleo industrial y sector auxiliar del automóvil del territorio valenciano. Y todo eso, a pesar de la lluvia permanente de millones de euros públicos para Ford. Por ello, exigimos un compromiso social con la plantilla y el pueblo valenciano”, concluyó.