El investigador de la Fundación de Investigación Sanitaria Biomédica de la Comunitat Valenciana (Fisabio) Salvador Peiró ha señalado este lunes que la evolución de la pandemia durante las dos próximas semanas será “muy determinante” para decidir si hay que aplicar nuevas restricciones en Navidad.
Peiró, en una rueda de prensa antes de participar en una reunión del Programa Valenciano de Investigación Vacunal Covid-19, ha descartado que vaya a ser necesario un nuevo confinamiento de la población, como se ha aprobado en otros países, aunque no ha desechado, si los contagios siguen subiendo, medidas menos drásticas como limitar el horario de cierre de establecimientos o incluso un nuevo toque de queda.
En ese sentido, ha comentado que si la incidencia sigue subiendo “tocará pasar a mayores”, pero ha recalcado que no se puede actuar con “una idea preconcebida”, como pensar que por el alto índice de vacunación no será necesarias nuevas restricciones, sino en función de los datos y, para eso, la evolución de las dos próximas semanas serán “fundamentales”.
En cualquier caso, ha subrayado que la situación epidemiológica actual, pese al “crecimiento sostenido” que se está produciendo en trasmisión y algo menor en ingresos, no se puede comparar a la del año pasado porque, gracias a la vacunación, las tasas de incidencia están “por debajo, pero sobre todo las de hospitalizaciones y camas UCI ocupadas y las muertes no tienen nada que ver” con 2020.
En ese sentido, ha señalado que si aumentan los contagios habrá también más casos “complicados” y puede que sea necesaria alguna nueva restricción a la espera de ver cómo funciona el pasaporte covid, que hoy ha autorizado implantar el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, además de seguir haciendo mucho control en que se respete la ventilación y el uso de mascarillas en interiores.
Asimismo, ha recalcado la importancia de que se acelere la vacunación de la tercera dosis de los mayores de 60 años para alcanzar al 99% de este colectivo ya que es el grupo que registra casos más graves.
Pasaporte COVID
Por otra parte, ha comentado que el solo anuncio de que se iba a implantar el pasaporte COVID ya ha tenido “un impacto positivo” como es el aumento de la vacunaciones, como se vio en las largas colas que se formaron en los puntos móviles instalados este fin de semana, de personas que quieren asegurarse el acceso a espacios de ocio y hostelería ya se aproximan las fiestas de Navidad y la Nochevieja.
De hecho, ha explicado que, con esta medida, se perseguía dos cosas: que sirva de “empujón” a la vacunación y que “contribuya a reducir en alguna medida los brotes”, aunque descarta, por la experiencia de otros países, que vaya a tener “un gran impacto” a efectos global para cortar la trasmisión.
No obstante, también ha advertido de que a los expertos les da “miedo” que su implantación suponga un relajamiento del resto de medidas al pensar la población que, al estar todos vacunados, en un espacio no habrá transmisión y en ese sentido ha resaltado la labor de la Conselleria de Sanidad “haciendo mucho hincapié en que el pasaporte es una medida más no que quita las otras”.