Al son de 'La vida es bella' interpretada por su tío al violín en el palacete de los Jardines de Monforte, València dio la bienvenida este lunes a Roc, un bebé valenciano de dos meses al que se brindó la primera ceremonia civil, alternativa a los bautizos, que organiza la ciudad. Un acto que se repetirá cada lunes, día que ha elegido el Ayuntamiento para oficiar este tipo de celebraciones de bienvenida civil a la ciudadanía con el objetivo de evitar que se solapen con las bodas. De momento hay demanda para realizarlas hasta después de verano.
“Ha sido muy emotivo. Vimos que el Ayuntamiento lo anunciaba y la verdad es que no sabíamos que íbamos a ser los primeros, pero lo pedimos la semana pasada y nos confirmaron que así iba a ser. Queríamos celebrar de alguna manera la llegada de Roc y cuando vimos lo de la ceremonia de bienvenida a la ciudadanía nos pareció perfecto”, explican sus padres, Andreu Soler y Candela Perpiñá, afincados en el barrio de Abastos.
Acompañados por unos veinte familiares, en un acto que ha durado unos 30 minutos, tras la interpretación musical de 'La vida es bella', el alcalde de València, Joan Ribó, como encargado de oficiar este primer acto, leyó los poemas 'Cançó de bressol per a despertar consciències', del poeta valenciano Marc Granell y 'Cómo se dibuja un niño', de Gloria Fuertes.
Posteriormente, se procedió a una breve explicación del acto por parte del alcalde a los familiares y la lectura de derechos fundamentales del pequeño. Además, el primer edil regaló a la familia unos libros, unos cómics, una chapa y un peluche, y otros familiares, que todavía no conocían al bebé, trajeron otros regalos al niño.
“Yo no estoy bautizado, así que un bautizo religioso habría sido hipócrita”, considera Soler, que añade que, aunque no pensaban en ninguna ceremonia católica, sí tenían pensado “hacer alguna celebración” del nacimiento de su hijo.
Su madre comenta que cuando nació sí que fue bautizada “por tradición más que por convicción religiosa”, y considera que, “cuando sea mayor y tenga uso de razón”, Roc podrá decidir si quiere ser bautizado por la Iglesia.
A su hijo, asegura Perpiñá, le contarán cuando crezca “la expectación que ha generado” su bienvenida, y le dirán que “se ha portado muy bien y no ha llorado en ningún momento”.
Ribó: “No es un bautizo”
“No es un bautizo sino un acto de recibimiento, de celebración y de explicar muy claramente todos los derechos que tienen los niños”, explicó el alcalde de València, Joan Ribó, tras el acto.
“Cuando una persona viene al mundo tiene una serie de derechos que todos, primero las autoridades, estamos obligados a reconocer”, ha remarcado. “Al niño le digo concretamente que tiene los mismos derechos sea cual sea su sexo, su religión, su color de piel, su origen, el poder económico de sus padres, fundamentalmente eso”, ha resaltado Ribó, quien ha bromeado con que no va al convite porque “no está para esas cosas” y él “siempre” come en casa.
Ribó recordó la importancia de este acto debido a que en València “el 38% o 37% de la ciudadanía se considera atea, agnóstica o laica”, por lo que “es la segunda forma de entender la religión más importante de la ciudad”.
Además, comentó que en València “aproximadamente el 58% de la gente se considera creyente y de estos, dos de cada tres no son practicantes”. “Por detrás, tenemos todas las otras religiones, que hay muchas en la ciudad” y en las que “cada una tiene su expresión de recibimiento de la gente”.
Cómo solicitar las ceremonias
Para poder acceder a esta celebración ante la autoridad municipal, al menos una de las personas solicitantes habrá de estar empadronada en la ciudad, y las niñas y niños protagonistas de la ceremonia no deberán tener una edad superior a dos años en la fecha de presentación de la solicitud (aunque se contemplan excepciones para casos especiales, como la adopción). Las personas interesadas en participar en esta iniciativa deberán presentar una solicitud tanto de manera presencial, en la oficina situada en el palacio de los Jardines de Monforte, o a través de la sede electrónica municipal.
Deberán aportar el certificado de nacimiento de la niña o niño y el libro de familia o la resolución judicial por la que se concede la tutela del o la menor. También habrán de incluir el DNI, pasaporte o NIE de la persona o personas solicitantes (las dos personas que ostenten la patria potestad, salvo en el caso de las familias monoparentales, o personas tutoras de la niña o niño) y, si hubiera padrinos o madrinas del acto, algo que es facultativo, también se aportarán sus DNI, pasaportes o NIE.
La competencia para la celebración de las ceremonias es de la Alcaldía, que puede delegar en las concejalas y concejales de la Corporación, según establece la Ley reguladora de las bases del régimen local. La puesta en marcha de esta formalidad de bienvenida se asienta sobre el principio de protección de las personas que llegan al mundo, una cuestión fundamental recogida en la Constitución Española y en la Convención sobre los Derechos de la Infancia de la Organización de las Naciones Unidas.