El nuevo estadio del Valencia CF dispondrá de una capacidad inicial de 66.000 espectadores, ampliables hasta 70.000, si el club cumple el compromiso que adquirió este jueves con el alcalde de València, Joan Ribó.
El alcalde, al igual que hizo días atrás el presidente del Gobierno valenciano, Ximo Puig, incidió en la necesidad de que el coliseo esté finalizado lo antes posible ante la posibilidad de que sea sede del Mundial del año 2030 si prospera la candidatura ibérica presentada por España y Portugal. Como informó elDiario.es, el nuevo Mestalla figura entre los estadios que albergarían partidos.
Según la Federación Española de Fútbol, los requisitos en cuanto a capacidad de las infraestructuras serán disponer de un estadio de un mínimo de 40.000 espectadores para los partidos de la fase de grupos, un estadio de un mínimo de 60.000 espectadores para los partidos de semifinales y un estadio de un mínimo de 80.000 espectadores para partidos inaugural y la final. Así pues, la finalización del nuevo estadio llega a buen puerto la ciudad de València podría incluso aspirar a ser sede de una de las semifinales.
Tal y como informó este diario, Ribó se reunió con Lay Hoon, mano derecha del máximo accionista del club, Peter Lim, quien inició hace una semana una ronda de reuniones en las diferentes instituciones públicas empezando por el presidente del Gobierno valenciano, Ximo Puig, para tratar de desbloquear el reinicio de las obras del nuevo estadio, paralizadas desde hace 13 años.
En aquel encuentro, Puig instó a Hoon a que alcanzara un acuerdo con el Ayuntamiento sobre las condiciones que debe reunir el nuevo estadio y que una vez lo tuviera y reforzara las garantías económicas, la Generalitat se comprometía a mantener los beneficios urbanísticos de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) una vez se caduque, es decir, los 70.000 metros de suelo residencial y los 20.000 de terciario en el la parcela del viejo Mestalla, y los 20.000 de terciario en el coliseo de la avenida de las Cortes Valencianas. La caducidad de la ATE podría retrasarse hasta los meses de septiembre u octubre, ya que su aprobación en el pleno del Consell debe ir acompañado de un informe preceptivo del Consell Jurídic Consultiu.
Tras este encuentro, Hoon se reunió con las consellerias de Política Territorial y Economía y con la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo urbano, Sandra Gómez.
La ronda de reuniones finalizó este jueves con el encuentro con el alcalde de València, Joan Ribó, con quien se sentaron las bases de un acuerdo que se debe de plasmar en un documento y que debe servir para que el club pueda mantener los derechos urbanísticos que solo podrá dedicar a financiar las obras.
Las condiciones del nuevo estadio
Según explicó Ribó, las condiciones que reflejará el documento implican la inauguración del nuevo estadio con un aforo de 66.000 espectadores, ampliable a 70.000 mediante la instalación de gradas en las terrazas del segundo anillo, una operación que supone un plazo de cinco meses. Además, si los plazos se cumplen en cuanto a la tramitación de licencias, el compromiso es finalizar el estadio para el inicio de la temporada 2025-2026.
El alcalde mostró su preocupación por el plan de movilidad y ha afirmado que la dotación de plazas de aparcamiento prevista por el club en su último proyecto es insuficiente. Como avanzó elDiario.es, para los días de partido tan solo se han previsto 195 plazas para directivos, jugadores y VIPS. Sobre la posibilidad de instalar en un momento dado pista de atletismo, Ribó confirmó que se mantiene esta premisa, aunque lo consideró una cuestión secundaria.
Además, mostró su interés en que se cree una comunidad energética local con los edificios de viviendas del entorno con el excedente de la producción eléctrica vinculada a la cubierta del nuevo estadio.
Por último, se acordó que finalmente será el Ayuntamiento el que ejecute el polideportivo de Benicalap para agilizar las obras, pero que pasará las certificaciones de obra al Valencia CF para que las vaya abonando.