La alcaldesa de València, María José Catalá, tratará de buscar el máximo consenso posible para sacar adelante el convenio que permita reiniciar las obras del nuevo estadio del Valencia CF, las cuales llevan 14 años paralizadas. Como avanzó elDiario.es, el club estima en 160 millones de euros la finalización del coliseo de la avenida de las Cortes Valencianas, un 33% más de lo previsto inicialmente.
Como ya comentó Catalá a los pocos días de su investidura, su idea es acordar una postura común con el resto de fuerzas políticas para tener una posición de fuerza frente al máximo accionista del club, Peter Lim.
Para tal fin, a través del concejal de Grandes Proyectos, José Marí Olano, ha iniciado una ronda de reuniones con el resto de grupos municipales con el objetivo de poner en común el contenido de la reunión que el propio Olano mantuvo con el secretario del consejo de administración y abogado de Lim en España, Germán Cabrera, y recabar las líneas rojas de cada partido para apoyar la firma del convenio. La semana pasada se produjeron estas reuniones con Compromís y el PSPV y este martes tendrá lugar el encuentro con Vox, cuyo portavoz, Juan Manuel Badenas, ya descartó apoyar el convenio mientras el magnate de Singapur sea el máximo accionista.
Con todo, según han explicado fuentes municipales a elDiario.es, si llegado el momento todos los partidos se opusieran a la firma del convenio, el PP podría aprobarlo en solitario en la junta de Gobierno local, siempre y cuando el texto no implicara una modificación del planeamiento urbanístico, puesto que cualquier cosa relacionada con este tema debe pasar sí o sí por sesión plenaria.
Sin embargo, en este caso, el aspecto urbanístico queda recogido recogido en las fichas cuya aprobación están en trámite y sí que pasarán por el pleno, contando previsiblemente con el apoyo de Compromís y PSPV, quienes las aprobaron e impulsaron en primera instancia en el anterior mandato, y del PP, que es el partido que lidera ahora el Ayuntamiento.
En virtud de las mencionadas fichas, el club se compromete a abonar al Ayuntamiento la cuantía del polideportivo de Benicalap, cuyas obras ejecutará de forma directa el Consistorio. Una vez ingrese la cuantía, la administración liberará los 41.700 metros cuadrados de suelo terciario (oficinas, restauración o comercio) que el club tiene concedidos en dos torres junto al nuevo estadio para que pueda venderlo y obtener recursos. Además, no podrá vender el suelo terciario del que dispone en el viejo Mestalla, principalmente 15.000 metros cuadrados que pasan de estar en el subsuelo a estar a superficie y otra parcela de 14.000 metros, ni tampoco los 75.900 metros cuadrados de residencial, hasta que finalice el nuevo estadio en las condiciones acordadas.
Una vez aprobadas las fichas en el pleno, se incorporarían al convenio, que salvo que se introduzcan novedades en materia de planeamiento, tan solo regula las características del estadio en cuanto a aforo, servicios o aparcamiento, y en cuanto a régimen de uso compartido, cuestiones estas que el PP podría aprobar el solitario.