Jornada de alta tensión la vivida este martes entre los grupos municipales de València del PP y su socio preferente, Vox. La comisión de Cultura abordaba varias cuestiones de escaso calado para el día a día de la ciudadanía, pero de elevado simbolismo para el electorado de ambos partidos.
En concreto, se sometió a votación la doble denominación del topónimo de la ciudad, después de que en con la izquierda en el Gobierno municipal se aprobara su instauración en valenciano, pasando a ser oficialmente València. De esta forma, la idea inicial era que se oficializara la doble denominación, en valenciano y en castellano: València y Valencia. Además, se debía aprobar el nombramiento de Rita Barberá como alcaldesa honoraria que se bautizara al Puente de las Flores con su nombre, dos compromisos electorales del PP.
A primera hora, poco después de finalizar el minuto de silencio en memoria de las víctimas de violencia machista en el que el PP y Vox no exhibieron pancarta alguna de condena, a diferencia de Compromís y el PSPV, se produjo una acalorada discusión entre el portavoz de Vox, Juan Manuel Badenas, y los populares Cristóbal Grau y José Luis Moreno. La cosa no pasó a mayores, pero la tensión en el ambiente era evidente.
Horas más tarde, tras la comisión de cultura, se anunció el acuerdo para impulsar el cambio de denominación de la ciudad de València por la doble denominación bilingüe de Valéncia con el acento cerrado y por lo tanto en valenciano no normativo y de Valencia en castellano, de acuerdo con las Normas de El Puig, Lo Rat Penat y la Real Academia Valenciana de la Lengua, entre otras instituciones cuyas normas no están avaladas científicamente.
Con todo el acuerdo queda sujeto a los informes necesarios sobre el cambio de denominación de la ciudad, lo que será debatido en sesión ordinaria del Pleno del Ayuntamiento. Una vez remitido el acuerdo plenario a la Generalitat, el Consell aprobará por decreto y de manera definitiva la denominación oficial bilingüe de la ciudad de València.
Esta decisión promovida por el partido de extrema derecha, tal y como visibilizó el propio Badenas en sus redes sociales, se produjo tan solo unas horas más tardes de la reunión que mantuvo el presidente del Gobierno valenciano, Carlos Mazón, con la presidenta de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, Verònica Cantó, único órgano reconocido para dictar unas normas lingüísticas de uso estándar según el cual el topónimo de la ciudad en valenciano es València, con el acento abierto.
Mazón solicitó a Cantó que se acerque a la ciudadanía y pacifique el conflicto lingüístico que el PP y Vox llevan años azotando, tal y como se quedó patente una vez más con este acuerdo de la doble denominación de València.
Al mismo tiempo, el PP logró el apoyo de Vox para que se aprobara el nombramiento de la exalcaldesa de València Rita Barberá, fallecida en noviembre de 2016, como alcaldesa honoraria a pesar de que fue reprobada por el propio PP valenciano dos meses antes de su muerte y de que están pendientes de resolución dos casos de corrupción con epicentro en el Ayuntamiento de València durante sus mantados, como son Azud y Taula. Además, se aprobó bautizar al Puente de las Flores con su nombre.
Críticas de Compromís y del PSPV
El concejal de Compromís por València, Pere Fuset, ha advertido que el cambio de nombre de València a “Valéncia/Valencia” va en contra del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana y de la Ley de creación de la AVL y ha acusado a la señora Catalá de estar “atada de pies y manos” por su socio prioritario de Vox, que le ha impuesto una denominación fuera de la normativa oficial de la lengua valenciana, “un hecho impensable en cualquier sociedad seria, muy lejos del 'autogobierno sensato y determinado en lo que cree la gran mayoría social valenciana”. Por eso, Compromís pedirá un informe a la asesoría jurídica municipal ante las serias dudas que le genera a la coalición valencianista la legalidad del cambio, ya que la señora Catalá podría estar prevaricando“, ha dicho Fuset.
El portavoz de Compromís per València Joan Ribó se ha mostrado contrario al reconocimiento, aprobado hoy en la Comisión de Bienestar Social, Educación, Cultura y Deportes, de Rita Barberà como alcaldesa honoraria y el cambio de nombre del Pont de les Flors. Para Ribó no es el momento porque todavía existen miembros de su familia implicados en procesos judiciales por presunta corrupción relacionados con el mandato de Barberà. Para Joan Ribó se trata de un asunto partidista y sectario de la actual alcaldesa María José Catalá del PP, apoyada por sus socios de Vox. También recuerda que Catalá fue una de las que votó a favor de la salida de Rita Barberá como senadora.
La portavoz socialista en el Ayuntamiento de València, Sandra Gómez, denunció que el PP ha asumido el criterio lingüístico de la RACV y Lo Rat Penat en la denominación en valenciano de la ciudad en contra de lo establecido por la AVL, el órgano estatutario creado por el propio PP, a cambio de que Vox aceptase rebautizar el puente de las Flores como puente Rita Barberá. Asimismo, ha criticado que Catalá también se ha prestado a descartar las mociones de igualdad para que la extrema derecha aceptase nombrar alcaldesa honoraria a Barberá. El gobierno de Catalá, igualmente, también ha rechazado de la mano de Vox una moción que instaba a avanzar y a establecer un protocolo contra el acoso sexual.
“El fracaso del PP en las comisiones es producto”, aseguró la portavoz socialista, “de falta de capacidad, de falta de trabajo y de falta de entender que un gobierno en minoría tiene que dialogar con todos los partidos políticos. El resultado es la inestabilidad y el espectáculo público e infantil que hemos vivido hoy. Primero con la trifulca con forcejeos y papeles rotos que han protagonizado PP y Vox en un acto tan solemne, digno y respetuoso como debe ser un minuto de silencio. Y, en segundo lugar, con el espectáculo bochornoso de las comisiones de hoy, donde el Partido Popular ha perdido numerosas iniciativas y se ha convertido en rehén de Vox”, dijo.