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El PP recupera como conseller de Sanidad del Gobierno valenciano al artífice de las privatizaciones de hospitales con Zaplana

“Impulsor en la gestión sanitaria para la implantación de la colaboración público privada de la eficiencia en la salud pública y de la normativa que regula las guardias médicas, tanto en el ámbito de la atención primaria como de la hospitalaria vigentes en la actualidad”. El presidente del Gobierno valenciano, el popular Carlos Mazón, se refirió así este miércoles al que será conseller de Sanidad, Marciano Gómez, durante la presentación de su nuevo ejecutivo formado por 10 consellerias (dos menos que el del Pacto del Botánico), algunas de ellas dirigidas por exaltos cargos del expresidente Eduardo Zaplana, quien será juzgado en enero de 2024 por las presuntas mordidas de hasta 10 millones de euros en el marco del 'caso Erial', por las que el fiscal solicita 19 años de prisión.

La referencia de Mazón como “impulsor de la gestión sanitaria para la implantación de la colaboración público privada” no es casual en un momento en el que están en proceso de recuperación para la gestión pública los departamentos de salud de los hospitales de Dénia y Manises, un trámite iniciado a principios de este año por el Pacto del Botánico al estar en su recta final las concesiones otorgadas por los gobiernos del PP hace 15 años, siguiendo los pasos de los hospitales de Alzira y Torrevieja, revertidos en los años 2018 y 2021.

Precisamente, Gómez es uno de los nuevos consellers más cercanos a Zaplana y se le considera uno de los artífices del modelo Alzira, el primer caso de España de un hospital público gestionado por una empresa privada, un modelo que empezó a tomar forma en el año 1997 y que se extendió al poco tiempo a todo el departamento de salud de La Ribera (centros de salud, además del hospital), así como las áreas de Dénia, Elche, Torrevieja y Manises.

Del total de estas concesiones, Ribera Salud, cuyo director ejecutivo europeo es Alberto de Rosa, hermano del senador del PP Fernando de Rosa, gestionaba las de los departamentos de Alzira, Torrevieja, Dénia (tras adquirir el accionariado de DKV) y Elche.

Con la llegada de Eduardo Zaplana a la presidencia de la Generalitat Valenciana en 1995, Marciano Gómez pasó de estar a las puertas de urgencias del hospital la Fe de València como interino a ostentar la dirección general de Asistencia Especializada primero y la dirección general para la Prestación Asistencial después. Posteriormente fue nombrado subsecretario autonómico y secretario autonómico de la extinta Agencia Valenciana de Salud (AVS) creada en el año 2003, uno de sus principales logros.

Esta entidad, eliminada por el PP en 2013 y de la que Gómez fue máximo responsable como secretario autonómico, se encargaba de toda la gestión asistencial del día a día, tanto de los hospitales como de los centros de salud, por lo que era también el encargado de nombrar a los directores de cada centro sanitario.

También por aquel entonces, en concreto en 2000, se fraguó la privatización de los diagnósticos de resonancia magnética en los hospitales públicos. Grupo Ascires (Eresa e Iberdiagnosis), Clínica Benidorm, y en un segundo concierto, Ribera Salud, fueron los adjudicatarios, empresas todas ellas cercanas al PP. También el Gobierno del Botánico recuperó este servicio para la gestión pública en diciembre de 2021 tras haber supuesto sobrecostes millonarios para las arcas públicas.

Marciano Gómez ganó una plaza definitiva en la Unidad de Corta Estancia del hospital La Fe. en València, poco antes de presentar su dimisión en el año 2004 tras la llegada de Vicente Rambla, afín a Francisco Camps, como conseller de Sanidad. Rambla, a fin de tener el control pleno del funcionamiento de todos los hospitales y centros de salud, apartó a Gómez como secretario de la AVS y le ofreció una nueva secretaría de Salud vacía de contenido, algo que este no aceptó, dejando la Conselleria de Sanidad tras haber convivido con los consellers Joaquín Farnós, José Emilio Cervera y Serafín Castellano. A los pocos meses de su salida, Rambla nombró de una tacada a cinco altos cargos y 15 directores de hospital para asegurarse el control de todos los departamentos de salud.

Un puesto que ahora ostentará de la mano de Carlos Mazón, hijo político de Zaplana, dejando así su actual puesto como director del área de gestión clínica y médica del hospital La Fe de València. Licenciado en Medicina y Cirugía, la especialidad de Gómez es la Medicina Familiar y Comunitaria y es especialista universitario en Acreditación de Centros y Servicios Sanitarios, además de Máster en Dirección y Organización de Hospitales y Servicios de Salud, en Gestión para la Humanización de la Sanidad y en Hospitalización Domiciliaria.

UGT pide que se mantengan las reversiones

El sector de Salud de UGT Serveis Públics del País Valencià ha solicitado al nuevo conseller de Sanidad, Marciano Gómez, que respete y cumpla los acuerdos firmados por los sindicatos con el anterior ejecutivo y ponga en marcha aquellas medidas pactadas que suponen una mejora en las condiciones laborales y retributivas del personal sanitario y no sanitario y que repercuten en la calidad de la sanidad pública valenciana.

Además, desde UGT, la responsable del sector, Eva Plana, pide al titular de Sanidad que se ejecuten todas las reversiones pendientes de los departamentos de gestión privada, al tiempo que ofrece diálogo para avanzar en la mejora la sanidad pública y en la calidad asistencial de la ciudadanía.

Desde UGT se espera que el nuevo Gobierno cumpla con su palabra de blindar la sanidad pública e invertir en los recursos necesarios para cumplir con los acuerdos y con los objetivos ya pactados. Para UGT es prioritario reducir la temporalidad y estabilizar al personal, además de aumentar la plantilla en todas las categorías y la implantación de las 35 horas. El sindicato se ha dirigido en el día de hoy al nuevo Gobierno para solicitar una reunión con el nuevo conseller en el que se establezcan los objetivos prioritarios para esta legislatura.