Las últimas críticas de la vicepresidenta del Gobierno valenciano, Mónica Oltra (Compromís), contra la polémica ampliación del Puerto de València han irritado sobremanera al presidente del Autoridad Portuaria (APV), el socialista Aurelio Martínez, quien poco menos que le ha mandado callar.
En el acto de clausura de la III Assemblea Nacional de los comuns en Barcelona, junto con la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, entre otras autoridades, Oltra afirmó que en los proyectos de ampliación del Puerto de València y el Aeropuerto de Barcelona-El Prat hay una “dialéctica igual, que es el menosprecio a la vida y el menosprecio a poder habitar este planeta”.
Preguntado este miércoles por estas palabras, Martínez se ha mostrado muy molesto: “Bueno como no calla y dice tantas cosas pues entonces no sé qué comentar. Yo creo que hay un tema que es fundamental, si empezamos a cerrar todas las cosas que generan emisiones empezando por los barcos acabaremos en la edad de piedra y en el paleolítico, porque claro, el coche emite, el tren emite, el frigorífico de casa también emite CO2, entonces si nos planteamos de una manera radical la suspensión de emisiones de CO2 puede ser que acabemos en el paleolítico”.
Tanto Oltra como Compromís se han posicionado de una forma clara en contra de la ampliación portuaria, lo que no implica el cierre del Puerto como se pretende hacer ver desde la APV cada vez que hay una crítica al proyecto.
También Unides Podem, las entidades vecinales de la fachada marítima desde la Patcona hasta el Perelló, la Federación Vecinal de València y entidades ecologistas como Per l'Horta o Ecologistas en Acción se oponen a la ampliación por los riesgos que puede suponer para las playas del Parque Natural de la Albufera y para el propio lago y por el aumento de emisiones que generaría el incremento del tráfico marítimo y terrestre, además de las infraestructuras vinculadas que habría que financiar con fondos públicos tales como el acceso norte.
La APV ultima en estos momentos el proyecto definitivo de los muelles sobre el que se asentaría la nueva terminal, si es que finalmente se ejecuta. Una vez finalizado el proyecto, se remitirá a Puertos del Estado para su validación, si es que finalmente se ajusta a la declaración de impacto ambiental del año 2007.
El anteproyecto remitido el pasado mes de abril al organismo estatal deja patente que “el balance total de recursos naturales indica que la nueva solución precisa de 1,37 millones de toneladas por encima de la solución incluida en la DIA, lo que representa un aumento de un 3%”.
En total, según recoge el documento, los muelles necesitarán un volumen de material de rellenos de 23,3 millones de metros cúbicos, cuando la DIA de 2007 establece este parámetro en 19,05 millones de metros cúbicos. “Como puede apreciarse, las necesidades adicionales de relleno quedarán en el entorno de los 3,87 millones metros cúbicos”, reconoce el anteproyecto.