El Puerto de València inicia la recuperación de los terrenos cedidos a la ciudad en la Marina y de edificios como el Veles e Vents

“Cuando el estado devuelve el crédito del Instituto de Crédito Oficial (ICO) desaparece el objetivo de utilidad pública que tenía la explotación comercial de los espacios y ahí es donde el informe de la Abogacía del Estado señala este punto. Aquello que antes tenía utilidad pública hay que examinar ahora caso por caso si continúa tiniendo la misma utilidad pública. Y para ello, si alguna actividad no tiene interés público, lo que se puede hacer es revertir el terreno a la Autoridad Portuaria y que sea esta la que otorgue una concesión para que se mantenga esa actividad, o al vencimiento de la concesión se deja de hacer esa actividad”.

El presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Aurelio Martínez, y el director general, Francesc Josep Sánchez, justificaron con estas palabras el inicio de los trámites para la recuperación de los 160.000 metros cuadrados de terrenos ubicados en la Marina de València desfectados y cedidos en su día al Ayuntamiento de València al carecer de uso portuario con el objetivo inicial de explotarlos comercialmente para poder devolver los 360 millones de euros del crédito ICO que posibilitaron su transformación.

Martínez aludió al artículo 145 de la Ley de Patrimonio y al artículo 44 de la Ley de Puertos según los cuales el Estado puede ceder de forma gratuita bienes siempre y cuando sea para fines de utilidad pública o interés social y en caso de no ser así, los bienes podrán ser recuperados.

Este proceso supone un nuevo choque frontal entre la APV y el Ayuntamiento de València, que considera que en todos los casos se mantiene el interés social de los usos más allá de que la deuda con el ICO haya sido condonada y advierte de acciones legales contra la APV si pone fin a la desafección de los terrenos.

El ámbito de terrenos afectados por esta decisión va desde la pérgola, ubicada a la altura de Marina Beach, hasta el tinglado 5, poco antes de la lonja de pescadores, y afecta a edificios como el Veles e Vents, Docks, Edem y Lanzadera. Aunque también estarían en esta zona los tinglados 2, 4 y 5, en este caso al carecer de usos el Ayuntamiento podría mantener la tutela sobre los mismos, siempre que se destinara a usos ciudadanos, como es el caso del tinglado 2 en el que se organizan actividades impulsadas por asociaciones y entidades cívicas.

Por ejemplo, el edificio Veles e Vents en el que existe actividad económica, principalmente hostelería, debería revertir a la APV si se le quiere mantener la misma función, según la explicación dada por Martínez y Sánchez. Otra opción, aunque más remota, sería llegar a un acuerdo económico para que el Ayuntamiento adquiriera los terrenos en propiedad.

Además, los responsables de la APV mantuvieron su negativa a integrarse en el futuro ente gestor de la Marina de València una vez se liquide el Consorcio, entidad que ahora gestiona todos los espacios (los del Puerto y los del Ayuntamiento) tras prorrogarle la APV la cesión de sus terrenos durante un año, por lo que finalizado este plazo se hará más complicada aún su viabilidad.

De hecho, el Consorcio ya ha devuelto a la APV infraestructuras como la Estacion Marítima, dado que no puede adjudicar ni renovar concesiones a más de un año vista.

Ampliación norte y conexión ferroviaria con Ford

Sobre la polémica ampliación norte, Martínez descartó que el retraso del Consejo de Ministros para aprobar el proyecto constructivo con una inversión pública de 542,6 millones de euros esté relacionado con la suspensión cautelar emitida por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid en relación a su capacidad de decidir sobre la necesidad de una nueva declaración de impacto ambiental (DIA).

Además, comentó que normalmente desde que se produce la aprobación de un proyecto hasta su paso por el Consejo de Ministros suelen pasar cuatro meses, por lo que espera que en abril se le dé el visto bueno.

Por último, informó de que la APV está trabajando junto a Ford para implementar un servicio de tres trenes diarios para el traslado de mercancías entre la fábrica de Almussafes y el Puerto de València, a fin de sustituir al transporte por carretera y reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera.

Según los responsables portuarios, la firma automovilística está “trabajando muy en serio para poner unas tres entradas y salidas diarias de convoys” entre la factoría y el Puerto para “quitar camiones de la carretera”. “Nos gustaría que a lo largo de este año lo viéramos funcionando, estamos trabajando para que sea una realidad cuanto antes”, aseguraron.