El Pleno del Ayuntamiento de València aprobó este martes de manera provisional las ordenanzas fiscales para el año próximo, 2024, que regirán el régimen impositivo y recaudatorio del consistorio a lo largo de todo el ejercicio. La corporación dio el visto bueno a la propuesta para la fiscalidad municipal del año que viene planteada desde la Concejalía de Hacienda, con el apoyo de los concejales del gobierno municipal, PP y Vox, y el voto en contra de los grupos de oposición, Compromís y Socialista. La modificación de las ordenanzas, ha destacado la concejala de Hacienda, María José Ferrer San Segundo, beneficiará a más de 700.000 valencianos, el 99% de la ciudadanía.
Sin embargo, como denunciaron los grupos de la oposición, la rebaja de los impuestos irá por barrios. “El ahorro que plantea la alcaldesa de València María José Catalá no es para todos sino para quien más tiene, para las rentas de patrimonio y para las grandes superficies comerciales. A las personas trabajadoras que todos los días se ponen el despertador para ir a trabajar les va a dar migajas, un ahorro de entre 20 y 40 euros al año. Y a cambio van a perder inversiones y servicios públicos. Es decir, van a ser las víctimas de la estafa fiscal de Catalá”, dijo la líder de los socialistas. Sandra Gómez detalló que mientras una familia de Pla del Remei se ahorrará aproximadamente 500 euros de Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y una gran superficie algo más de 30.000 euros, un residente de Benimàmet, por ejemplo, tan sólo dejará de pagar unos 30 euros.
“Lo puede disfrazar como quiera, pero la estafa fiscal que ha diseñado Catalá de la mano de la extrema derecha lleva aparejado un tijeretazo de 70 millones de euros en inversiones y en servicios. A lo largo de estos cuatro meses de Catalá al frente del Ayuntamiento, ya nos ha mostrado algunas obras y servicios donde va a meter la tijera”, indicó antes de detallar alguna de las partidas y proyectos que el PP y Vox ya han anunciado que desaparecerán de los próximos presupuestos municipales y que se pueden cuantificar en más de 53 millones de euros.
El portavoz de Compromís y ex alcalde de València Joan Ribó, rechazó esta “contrarreforma fiscal” porque el IBI, que es el impuesto más importante, “si miramos los resultados de 2023, para aquellos que más han pagado del IBI tendrán con este 20% un beneficio de 5.600 euros, esto da para un viaje o mejorar la cuenta corriente en un paraíso fiscal. Ahora bien, para la mayoría de los valencianos y valencianas, a 2 de cada 3 vecinos de nuestra ciudad, que pagan entre 0 y 350 euros del IBI, esta reforma fiscal supondrá una reducción de sólo 43 euros. Si alguien dice que con esto se van a corregir los problemas de las hipotecas o de la subida de precios está haciendo demagogia y está engañando al personal”.
Detalles de la rebaja fiscal
La concejala Ferrer San Segundo, aseguró que “la rebaja de impuestos y tasas municipales para el próximo ejercicio de 2024 supondrá un importante ahorro para las familias y pequeñas empresas de València, con rebajas del 20% del IBI y bonificaciones de hasta el 95% en la plusvalía municipal, para las herencias o transmisiones de comercios o negocios entre vivos”.
Las medidas aprobadas incluyen una rebaja de un 20% del tipo de gravamen aplicable a los inmuebles de naturaleza urbana, pasando de un coeficiente general del 0,723 al 0,578. Además se amplía la bonificación aplicable a las familias numerosas, con una bonificación del 60% para las familias de carácter general y una bonificación del 90% a las familias de categoría especial.
Ferrer San Segundo ha defendido su propuesta que, ha asegurado, permitirá que más de 400.000 valencianos paguen 70 euros menos de media y más de 33.000 comerciantes se beneficien de un ahorro medio de 92 euros en el recibo. En el caso del impuesto de plusvalías, se prevé aplicar una bonificación del 95% en el caso de heredar una vivienda en la ciudad o un negocio familiar, lo que beneficiará, según ha asegurado San Segundo, a cerca de 25.000 valencianos.
El impuesto de vehículos también se reducirá en un 8%, en una bajada generalizada para todo tipo de vehículos, que deja sin efecto las subidas aprobadas en los años 2019 y 2020. Y, finalmente, se reduce un 50% la tasa de alcantarillado.