Aunque queda muchísima faena por hacer y la situación en las zonas más afectadas por la trágica DANA del pasado 29 de octubre está lejos aún de volver a algo que se parezca a la normalidad, algunos negocios sí que han logrado regresar a abrir sus persianas, lo que representa una pequeña luz de esperanza al final del túnel, tanto para sus dueños como para los vecinos y vecinas.
En este sentido, han sido clave las ayudas impulsadas por Marina de Empresas dentro de la iniciativa Alcem-se, que habilitó una partida de 25 millones de euros en ayudas para pymes, comercios y autónomos afectados en más de setenta localidades de la provincia de Valencia.
Un claro ejemplo es el de Ester Pérez, propietaria desde hace dos años junto a su pareja de Pixel, una casa de comidas para llevar ubicada en el centro de Picanya. “Cogimos el relevo de la antigua propietaria, pero dándole una vuelta con menús más variados, también para veganos y vegetarianos, y reformando el local. Hicimos una inversión de 20.000 euros en obras y compra de maquinaria y con la DANA lo perdimos todo, el agua entró en el bajo con unos 60 centímeros y en el almacén donde tenemos el género y la maquinaria llegó a un metro de altura. Tuvimos que tirarlo todo”, asegura Ester Pérez.
A partir de ahí, tras el shock inicial, se pusieron manos a la obra en la limpieza “con la ayuda de familiares y amigos”. Con todo limpio de nuevo, pudieron recuperar la actividad a pequeña escala y al mismo tiempo se inscribieron en el programa Alcem-se: “Rellenamos un formulario muy sencillo, luego nos llamaron y nos hicieron una entrevista telefónica en la que te piden datos y te preguntan los daños que has tenido y la cuantía que necesitas. En cuastión de ocho o diez días teníamos el ingreso de 8.000 euros”.
Según Pérez, “gracias a este dinero pudimos volver a comprar la maquinaria necesaria para recuperar la actividad con cierta normalidad, aunque aún tenemos que hacer obras de restauranción”. En contraposición, lamenta que “del Consorcio de Seguros no se sabe nada un mes después, aún ni ha pasado el perito”.
Desde que hace unos días se puso en marcha este programa liderado por Marina de Empresas, se han recibido ya 6.000 solicitudes, de las que 4.600 están en tramitación. Además, ya se han abonado en cuenta un total de 1.300 donativos que suman 10,3 millones de euros.
El objetivo de la iniciativa impulsada por polo de emprendimiento e innovación de Juan Roig es el de reactivar “lo antes posible” el tejido económico de las zonas afectadas, para intentar cerrar así reducir “al máximo” el número de empresas que cierran, según ha informado la entidad.
Para agilizar los trámites, los afectados interesados en recibir la ayuda (empresas de entre uno y 15 trabajadores, aproximadamente) deben rellenar un formulario habilitado en la plataforma donde trasladar sus necesidades (asesoramiento para localizar proveedores de maquinaria o material, para conseguir nuevos clientes y reactivar ventas o directamente ayuda económica).
Tras la petición, técnicos de Edem, Lanzadera y Angels evaluarán cada caso presentado y prescribirán a quién se le puede ofrecer ayuda y cómo se materializa: desde reuniones con especialistas hasta ayudas directas económicas, que serán a fondo perdido y podrán alcanzar los 10.000 euros.