La alcaldesa de València, María José Catalá, descartó el pasado mes de julio el derribo del hotel Sidi Saler ubicado en pleno Parque Natural de la Albufera y apostó por su reapertura. Una idea en la que ha insistido esta semana el concejal de Urbanismo y alcalde accidental, Juan Giner (PP), quien ha asegurado que están negociando con la propiedad del inmueble para buscar un marco legal que posibilite su reapertura como un establecimiento “sostenible”.
Sin embargo, hasta tres informes firmados por secretarios municipales de las áreas de Planeamiento y de la Devesa contradicen esta opción. Los documentos, a los que ha tenido acceso elDiario.es, están rubricados en los años 2016 y 2021. En el caso de los rubricados desde Planeamiento se viene a acreditar que el edificio se encuentra en situación de fuera de ordenación sustantiva al superar el límite de dos alturas (cuenta con seis pisos) que marca el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y al encontrarse en un paraje natural. Esto implica que no se le pueden otorgar licencias de obras y actividad, salvo para pequeñas labores de mantenimiento.
En concreto, el secretario afirma que “el edificio objeto de este informe, en base a su ubicación, su exceso de volumen y su clara incidencia medioambiental, es merecedor de ser encuadrado, de conformidad con las Normas Urbanísticas del PGOU de Valencia, en la situación de fuera de ordenación sustantivo”.
En cuanto al informe del servicio de la Devesa sobre la afección de la actividad hotelera para el entorno y sobre las implicaciones de un posible derribo, el documento es contundente: “La reapertura del hotel representaría una involución en la protección del parque natural que tendría un efecto duradero. Si el hotel volviera a entrar en funcionamiento se convertiría en un foco de contaminación acústica y lumínica e incrementaría la presión antrópica de la Devesa en general y de playa de la Garrofera en particular, sobre todo en horario nocturno. En base a las múltiples experiencias realizadas de restauración de los hábitats dunares de la Devesa que también fueron edificados puede asegurarse que es técnicamente factible la recuperación de todos los hábitats referidos en los terrenos ocupados actualmente por el hotel Sidi Saler”.
La situación administrativa del inmueble está judicializada tras denegar las licencias de obras y de actividad el anterior ejecutivo de Compromís y PSPV, por estar el edificio fuera de ordenación sustantiva, una decisión que recurrió en su día la propiedad, los fondos de inversión Divarian Propiedad SA y Coral Homes SL. Las mercantiles alegan que el edificio se encuentra fuera de ordenación en diferido, una calificación que sí le permitiría llevar a cabo intervenciones de reforma en el edificio.
Campillo advierte: “Catalá pretende desproteger la Albufera”
Al respecto, el concejal de Compromís, Sergi Campillo, ha comentado que “en los últimos 40 años todos los gobiernos municipales han ido recuperando espacios abandonados en la Devesa para avanzar en su renaturalización, salvo el equipo del PP y de Vox que lidera la alcaldesa María José Catalá, que se plantea ahora reabrir una actividad que lleva una década parada y que como acreditan los informes es perjudicial para el entorno”. El edil valencianista ha recordado que años atrás se derribaron instalaciones como el paseo marítimo o el antiguo hipódromo para recuperar el cordón dunar.
Según Campillo, “con la legislación actual es imposible que se pueda reabrir el hotel puesto que está fuera de ordenación sustantiva como afirman los informes municipales, por lo que la única vía que quedaría sería desproteger una parte del Parque Natural de la Albufera modificando el planeamiento o mediante los planes de usos y de ordenación que está revisando la Conselleria de Medio Ambiente”.
En ambos casos, ha insistido el edil de Compromís, “estaríamos ante una desprotección del paraje por primera vez en 40 años lo que abriría la puerta a retomar el proyecto de urbanización de la Devesa, que posiblemente sea la idea que tiene en mente Catalá”.