Cualquier cambio en las condiciones laborales de los 5.000 trabajadores de Ford Almussafes quedará vinculado a que la compañía adjudique a la planta valenciana los dos nuevos modelos eléctricos que se fabricarán en Europa.
Así se lo trasladó este lunes el sindicato UGT, organización mayoritaria en la factoría valenciana con un 97% de representación, a la dirección tras una reunión con el comité de empresa para avanzar en un acuerdo por la electrificación de la planta.
El pasado 11 de enero se produjo un nuevo encuentro en el que los directivos trasladaron al comité de empresa la necesidad urgente de revisar los parámetros de competitividad de la factoría valenciana ante la reestructuración que acometerá la multinacional en Europa para adaptarse a los nuevos modos de movilidad sostenible, en concreto a los vehículos eléctricos, una reestructuración que según la propia empresa podría pasar por el cierre de alguna de las plantas del viejo continente.
Para ello, la dirección propuso a los sindicatos negociar una reducción de los costes salariales, la extensión de las jornadas de trabajo y un aumento del número de días de trabajo por año.
La propuesta fue rechazada por los diferentes sindicatos, si bien es cierto que UGT solicitó un receso en el proceso de negociación que se ha alargado hasta este lunes para consultar entre sus afiliados la posibilidad de ofrecer como contrapartida una posible negociación de cuestiones de flexibilidad laboral en función de los volúmenes de producción de los nuevos modelos que puedan valer para resolver el problema, siempre dejando claro que no aceptará recorte salarial de ningún tipo.
Según el portavoz de la organización sindical, José Luis Parra, un 87% de los 3.900 votantes ha avalado la propuesta de UGT, por lo que se ha dado luz verde a seguir con la negociación prevista para este lunes.
Las mismas fuentes han informado tras la reunión de este lunes que la dirección ha asumido el compromiso de subida salarial del 7% correspondiente al IPC más un 0,5% adicional para el presente ejercicio con carácter retroactivo desde el 1 de enero, una subida cuestionada por la empresa en anteriores reuniones.
La compañía ha insistido en el momento crítico que atraviesa la factoría de cara al futuro y ha puesto sobre la mesa una vez más el necesario aumento de los tiempos de trabajo, con el objetivo de mantener la productividad de cara al futuro y ser así candidatos a fabricar los vehículos eléctricos.
UGT ha manifestado que siendo conocedores de la situación de retroceso que vive el sector del automóvil y la enorme reestructuración de Ford Europa, el acuerdo que se pueda alcanzar estará supeditado a la asignación de los dos nuevos modelos eléctricos pendientes de ser adjudicados desde Detroit a una planta europea. Una decisión que se producirá previsiblemente el próximo mes de junio y que se dirimirá entre Almussafes y la planta alemana de Saarlouis.
Hasta el 27 de enero de plazo
El plazo impuesto por la compañía para alcanzar un acuerdo finaliza el 27 de enero, por lo que este miércoles se producirá una nueva reunión para avanzar en el acuerdo sobre los tiempos de trabajo, siempre ligado a que se otorguen a la planta valenciana los modelos eléctricos.
“Hemos trasladado a la dirección que los recortes salariales no son asumibles, pero que estamos dispuestos a hablar de flexibilidad de las jornadas en función de la demanda de los nuevos modelos eléctricos para trasladar el mensaje de que, si apuestan por València, la plantilla va a responder y por supuesto ningún coche se va a quedar sin fabricar por cuestiones laborales”, ha explicado Parra.
El portavoz sindical ha advertido de que de los cinco modelos que fabrica actualmente Almussafes (Mondeo, Transit, S-Max, Galaxy y Kuga) en dos años tan solo podría quedar el Kuga, lo que dejaría la planta valenciana en una complicada situación si no se logra la fabricación de los modelos eléctricos