“València se va a convertir en la primera ciudad del mundo en probar a nivel de todo el municipio la jornada laboral de cuatro días semanales durante el mes de abril, aprovechando que todos los lunes del mes serán festivos. Nos parece muy interesante analizar los cambios de hábitos de la ciudadanía así como la productividad de los trabajadores a lo largo de todo el mes para ver si los indicadores son positivos y se puede avanzar en esta dirección”.
El alcalde de València, Joan Ribó, ha explicado de esta forma la experiencia piloto que se llevará a cabo en la ciudad y que irá acompañada de estudios pormenorizados para elaborar un informe de alcance europeo e internacional que evalúe el impacto de su aplicación y las consecuencias en cuanto a la productividad pero también al ocio, la movilidad, la economía o la salud de las personas.
“Lo queremos hacer concretamente desde el lunes 10 de abril hasta el lunes 1 de mayo. Coincide que hay tres lunes en que no hay trabajo, uno de ellos es lunes de Pascua, el otro es San Vicente Ferrer y el 1 de mayo es el Día del Trabajo y tenemos la posibilidad de mover la condición de no laborable de San Vicente Mártir, que ya cayó en domingo, al lunes 24 de abril porque es un festivo local, por lo que dispondremos de cuatro lunes festivos”, ha explicado el alcalde.
Después, a partir de mayo se harán encuestas a la población y a agentes clave, y en junio y julio se elaborará un informe con todo el análisis. “Queremos saber los efectos en empresas, entre los vecinos y vecinas y en el día a día de la ciudad”, ha indicado Ribó.
El alcalde ha recordado que la Generalitat Valenciana ha organizado varios congresos sobre la posibilidad de avanzar hacia una jornada laboral de 32 horas: “Nosotros queremos ver, sin entrar en ningún tipo de negociación colectiva entre trabajadores y empresarios porque esto no nos corresponde ni es competencia municipal, qué le pasaría a la ciudad de València si se instaurara una jornada de 32 horas en cuatro días en la semana. Y lo podemos probar durante un mes”.
Ribó se ha referido expresamente a sectores como “la restauración, el turismo, el transporte, la EMT, a cuál sería la respuesta de las familias y, en definitiva, a plantearse un estudio porque hay sectores industriales importantes que están trabajando, sea trabajando telemáticamente, sea trabajando por objetivos, en los que el tiempo no es un factor determinante y es importante ir investigando esto”.
“Se trata de reorganizarse para ser más eficientes”
El pasado mes de mayo se celebró en València la Cumbre Internacional de la Semana de Cuatro Días a la que asistieron representantes de diversas empresas que han aplicado con éxito esta medida.
Por ejemplo, María Álvarez, propietaria de la firma La Francachela que gestiona dos importantes restaurantes en Madrid, explicó la introducción de la jornada de cuatro días “en toda la plantilla” de sus establecimientos, algo que hace unos años parecía impensable y que ya aplican con éxito empresas de diversos sectores: “El debate siempre es el mismo, unos dicen que es imposible y que todo se iría a pique, pero la realidad es que se trata simplemente de reorganizarse para ser más eficientes y, en ese sentido, hay una oportunidad muy buena tras la pandemia por los cambios que se han implementado en muchas empresas”, señaló.
“Lo que determina la productividad es la manera en que se organiza la empresa y en ese sentido hemos modificado todo nuestro sistema de funcionamiento para mantener los mismos puestos de trabajo con los mismos sueldos, pero con una jornada de 35 horas distribuida en cuatro días (lo normal en la hostelería son seis días). Por ejemplo, los clientes pueden pedir directamente cuando se sientan mediante una aplicación móvil sin esperar a que el camarero les tome nota de la comanda, eso ahorra mucho tiempo que se puede dedicar a otras cosas”, explicó entonces.