La creación de un mercado exclusivo de comercio de 'manteros' es una de las propuestas más destacadas que el Ayuntamiento de València aprovó este jueves dentro del Plan de Inmigración e Interculturalidad 2019-22 que incluyen un total de 68 puntos. Este plan ha vuelto a remarcar las posiciones distanciadas entre los partidos del gobierno municipal (Compromís, PSPV y València en Comú) y los de la oposición (PP y Ciudadanos) en cuanto al talante de las políticas de inmigración.
La propuesta supondría habilitar un espacio en València para concentrar esta venda ambulante que ahora se dispersa por la ciudad, y además que los 'manteros' pudieran desempeñar su labor bajo el paraguas de una cooperativa, sociedad laboral u otra forma legal. Entre las principales condiciones se estipularía que no se vendiese mercancía ilegal como falsificaciones de productos de marca.
Esta propuesta fue rechazada por la portavoz de Ciudadanos Amparo Picó afirmando que genera “competencia desleal con el pequeño comercio”.
Tarjeta de vecindad
Otra de las medidas destacadas del plan sería la creación de una tarjeta de vecindad para los inmigrantes, un documento con el que se quiere acreditar el arraigo de los inmigrantes en València para facilitar la obtención de la regularización; esta medida ya ha tenido su precedente en la ciudad de Madrid.
Esta medida fue criticada por la concejala de Ciudadanos asegurando que “lleva a falsas expectativas al colectivo de personas inmigrantes”. Por su parte, el concejal del PP Cristóbal Grau, ha calificado la medida de “tomadura de pelo”.
La concejala de Cooperación al Desarrollo y Migración, Neus Fábregas, ha rechazado las críticas calificándolas de “excusa formal para no votar a favor del Plan”, y ha lamentado que los grupos de la oposición no fijen su postura exacta respecto a la migración y a la población extranjera, “que supone más del 16% en nuestra ciudad”.
Según la concejala, “este Plan supone un cambio total del enfoque sobre la gestión del fenómeno migratorio: desde la postura del gobierno anterior, que era asistencial, a la actual que se basa en el reconocimiento de los derechos de las personas”.
Antes del debate de este plan tomó la palabra el representante de SOS Racisme y vicepresidente del Consejo Local de Inmigración e Interculturalidad, Papa Balla, quien felicitó al Consitorio por este plan y por las acciones efectuadas desde el año 2015 que, ha afirmado, “han convertido al Ayuntamiento de València en la locomotora de las ciudades europeas en materia de políticas inclusivas”.