El Ayuntamiento de València ultima la regulación para cumplir lo establecido en la Ley de Bajas Emisiones que sólo se aplicará en las zonas que se establezcan si se excede del límite establecido. Según ha explicado el concejal de Movilidad, “afortunadamente, en el caso de València sólo será en algún día puntual por lo que no se tendrá que prohibir habitualmente la entrada de vehículos ni aplicar sanciones”.
Carbonell ha asegurado que, los primeros estudios relativos a los umbrales de contaminación en la ciudad para determinar la futura zona de bajas emisiones (ZBE), “ningún barrio de Valencia alcanza los límites estipulados por lo que no hará falta aplicar medidas restrictivas”.
Así, el concejal ha explicado que como la legislación contempla que todos los municipios de más de 50.000 habitantes deben elaborar una ordenanza, se hará la regulación correspondiente para València, cumpliendo con la normativa estatal y europea pero “en nuestro caso no se va a necesitar aplicar medidas restrictivas”.
“La ZBE se pone en marcha y se instalarán las cámaras, pero no hay necesidad de aplicar medidas restrictivas si se confirman todos los estudios realizados. Solo aplicaremos restricciones cuando se superen los umbrales, pero es una posibilidad remota”, ha afirmado Carbonell.
No obstante, está por ver la reacción a este anuncio del Ministerio de Transición Ecológica, que tutela la aplicación de la Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica de la que surge la obligatoriedad de aplicar la ZBE en ciudades de más de 50.000 habitantes antes del 1 de enero de 2024.
La ministra en funciones, Teresa Ribera, ya afirmó que, de incumplirse la restricción de los vehículos más contaminantes a la que están obligados todos los municipios de más de 50.000 habitantes, se plantean recurrir a la justicia y suprimir subvenciones otorgadas para poner en marcha estos controles por los cuales se sanciona a los vehículos que no cumplen los requisitos establecidos en materia de emisiones para acceder a determinadas zonas.
La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de València adjudicó en noviembre de 2022 el contrato para el suministro del sistema de gestión y control para implantar una zona de bajas emisiones por un importe de 10.863.541,84 euros, inversión que cuenta con fondos europeos que se podría perder si no se ejecuta a tiempo o como marca la legislación.
El sistema que pretende restringir el acceso de los vehículos más contaminantes a determinadas zonas de la ciudad consta de 274 cámaras de lectura automática de matrículas distribuidas en 93 puntos, 52 sensores de medición ambiental, 44 paneles de información y una aplicación para monitorizar y controlar la calidad del aire. Además, contempla una campaña dirigida a la ciudadanía para dar a conocer el proyecto.
Además de la instalación de las cámaras, está pendiente la aprobación de la ordenanza que regula el funcionamiento de estas cámaras, un texto que deberá pasar un periodo de exposición pública y de presentación de alegaciones.