La Junta de Gobierno Local ha aprobado por consenso de los socios del PP y de Vox el anteproyecto de la ordenanza que regulará el tránsito de vehículos en las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) de la ciudad de València, a instancias de la Delegación de Movilidad. El texto tendrá que ser ratificado por el Pleno del Ayuntamiento en su versión definitiva. Hasta ese momento, los servicios municipales deberán emitir los informes técnicos necesarios sobre el contenido de la norma en atención a sus competencias.
El borrador de la ordenanza define dos ZBE: ‘València ZBE’ y ‘Ciutat Vella ZBEES’. La primera zona abarca una superficie de 27,8 kilómetros cuadrados, casi toda la ciudad, y está delimitada por la Ronda Nord, Tarongers, Serradora y Bulevard Sud. La segunda comprende una extensión de 0,3 kilómetros cuadrados dentro del distrito de Ciutat Vella y ha sido declarada como Zona de Bajas Emisiones de Especial Sensibilidad.
El concejal responsable del Área de Seguridad y Movilidad, Jesús Carbonell, ha destacado algunos puntos de la norma reguladora, que será de aplicación en el término de la ciudad de València. Así, entre otros aspectos, la ordenanza de las ZBE señala que, a partir del 1 de enero de 2028 se prohibirá el acceso de los vehículos con la etiqueta A (también llamados sin etiqueta), según el catálogo de distintivos medioambientales de la DGT. “Esto significa que los coches de gasolina matriculados con anterioridad al año 2001 no podrán circular, así como tampoco los de gasoil que estuvieran matriculados antes de 2006. Entendemos que son vehículos muy antiguos y es una medida razonable”, ha explicado Jesús Carbonell.
Esto significa que los coches de gasolina que el 1 de enero de 2028 tengan más de 27 años no podrán circular, así como tampoco los de gasoil que a fecha 1 de enero de 2028 tengan más de 22 años.
Vehículos autorizados
Por otra parte, estarán exentos de cualquier tipo de restricción, previa justificación, los vehículos asociados a cualquier actividad económica, con el fin de garantizar la “protección de los intereses económicos y sociales”, según Carbonell; las personas titulares de una tarjeta de estacionamiento para Personas con Movilidad Reducida (PMR); los vehículos de familias numerosas; los de familias con menores de tres años; aquellos donde viajen embarazadas y los vehículos de las personas con movilidad reducida temporal.
Lógicamente, los vehículos de emergencias, los de servicios esenciales y los considerados como históricos tendrán libre acceso a las ZBE. Las restricciones de acceso recogidas en la ordenanza se aplicarán de manera supletoria a las del anterior APR, ahora llamado ‘Ciutat Vella ZBEES’.
Tal como viene recordando el equipo de Gobierno municipal, la implantación de las restricciones delimitadas por las ZBE se hará de forma progresiva. “Se ha planteado en la norma un calendario gradual, con el objetivo de garantizar un adecuado conocimiento de la misma y así facilitar a los afectados la transición paulatina hacia vehículos más sostenibles o hacia un cambio de modo de transporte”, ha señalado el concejal de Movilidad del Ayuntamiento de València.
Fase informativa en 2025
Jesús Carbonell ha recordado que “durante 2025 se pondrá en marcha una fase informativa y se dará un preaviso a los vehículos limitados por las restricciones. En 2026 comenzaremos la fase sancionadora, que afectará a los vehículos más contaminantes registrados fuera de la provincia de Valencia. Posteriormente, en 2027, no podrán acceder los registrados en la provincia que carezcan del distintivo medioambiental necesario, a excepción de los de la propia ciudad”. Se contemplan 48 accesos anuales por vehículo más contaminante a las Zonas de Bajas Emisiones, así podrán acceder una vez a la semana a la ciudad.
Para la implantación de las ZBE se instalarán, de manera progresiva, hasta 278 cámaras de acceso en 68 puntos de control, que verificarán los permisos de acceso mediante la lectura automática de matrículas, así como cartelería informativa a lo largo del perímetro.
La regulación de las ZBE tiene como objetivo la protección de la salud pública y el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado, así como la libre circulación de las personas, en los municipios de más de 50.000 habitantes. Se trata de derechos constitucionales por los que tiene el deber de velar el Ayuntamiento de València. El establecimiento de estas medidas supondrá una mejora de la calidad del aire y la reducción de los contaminantes NO2, PM10 y PM2,5.
La implantación de restricciones en el tránsito de vehículos irá acompañada por una serie de medidas del Ayuntamiento de València para impulsar el cambio hacia el uso de formas de transporte más sostenibles, la mejora de la accesibilidad, la electromovilidad, la promoción de prácticas sostenibles en la distribución urbana de mercancías y el refuerzo de la seguridad vial. Como novedad, el concejal Jesús Carbonell ha adelantado que el Ayuntamiento aprobará en 2028 un nuevo título de la EMT, de carácter gratuito, “para todas aquellas personas afectadas por las prohibiciones mencionadas. Ese título tendrá carácter transitorio, hasta la compra de un vehículo o el transcurso del plazo que demos, que podría ser de dos o tres años, que será analizado en su momento”.