València proyecta 1,2 millones de metros cuadrados en zonas verdes, el equivalente a 165 campos de fútbol

Con la vista puesta en la posibilidad de que València sea Capital Verde Europea en el año 2024, carrera por la que ya se encuentra entre las ciudades finalistas, el Ayuntamiento impulsará el año que viene diversos proyectos de renaturalización en sus principales avenidas, de ampliación de sus grandes parques y de construcción de otros nuevos.

Fuentes de la Concejalía de Desarrollo Urbano que dirige la vicealcaldesa Sandra Gómez han explicado a elDiario.es que el objetivo es la mejora de las condiciones ambientales de la ciudad, reduciendo la temperatura ambiente, las condiciones de humedad, mejorar la gestión del agua de lluvia, y mitigar los efectos de tormentas, olas de calor y otros eventos climáticos que se prevén en el futuro próximo.

En definitiva, dotar a los barrios de espacios libres más verdes y saludables, espacios de socialización y de actividad que fomenten la vida activa.

La mismas fuentes han informado que tienen en proyecto actuaciones que supondrán un aumento de más de 1,2 millones de metros cuadrados (165 campos de futbol) en forma de grandes zonas verdes que afectan a 17 barrios de la ciudad, que incluyen además dotaciones deportivas y culturales, integrando el patrimonio cultural e histórico de los barrios.

En concreto se trata de las actuaciones previstas en el Parque de Desembocadura, Parque de Benicalap y Parque Carolinas. Todas ellas comenzarán a ejecutarse a lo largo del año que viene. A estas se suma el corredor verde de Federico García Lorca que surgirá una vez queden soterrados los accesos ferroviarios mediante el canal de acceso. En este caso, el año que viene quedará finalizada la redacción del proyecto.

Además, se plantará arbolado y la vegetación en más de 11 kilómetros lineales de grandes vías y avenidas de la ciudad, donde hasta ahora no había, recuperando además espacio peatonal. Estas actuaciones se llevarán a cabo en las avenidas de Pérez Galdós, Puerto, Ausiàs March, en el eje de la plaza de Sant Agustí y avenida del Oest y en el Bulevar Cultural (calles de Xàtiva y Guillem de Castro).

Además, más a largo plazo, hay otras zonas verdes contempladas en los instrumentos de planeamiento que desarrollan lo que hasta ahora son solares y vacíos urbanos de la ciudad, para convertirlos en nuevas piezas urbanas con viviendas, dotaciones y espacios verdes.

Como ejemplo están algunos de los Planes de Actuación Integrados (PAI) en desarrollo en los que se contempla la ejecución de zonas verdes y la inclusión de arbolado y vegetación en sus calles. Uno destacado es el PAI del Grao, donde se han cambiado los criterios de planeamiento para consolidar un gran delta verde de más de 85.000 metros cuadrados como ampliación del Jardin del Turia.

Otro ejemplo es el nuevo Plan Especial de Benimaclet, donde se apuesta por la creación de un gran parque y espacios libres.

La vicealcaldesa de València y responsable del área de Urbanismo, Sandra Gómez, comenta a este diario que impulsa un nuevo modelo urbanístico para “igualar los barrios, mejorar la calidad de las viviendas y recuperar el espacio público”, tanto para “convertirlo en un espacio amable para los peatones como para combatir los efectos del cambio climático”.

“El modelo de desarrollo urbano de la ciudad de València es hoy una referencia nacional fue una de las ciudades elegidas para participar en el marco de los nuevos urbanismos del siglo XXI para las grandes urbes de España que se celebró el pasado mes de junio en Madrid”, destaca. 

Gómez asegura que el “ambicioso plan de renaturalización y recuperación de espacio público que impulsamos los socialistas desde urbanismo apuesta por mejorar la calidad de vida en nuestra ciudad”. “Estamos transformando el modelo de ciudad: de ser una ciudad radial a ser una ciudad policéntrica, que apuesta por la mezcla de usos, compacta, de 15 minutos, y que descarta seguir generando nuevos sectores urbanizables a costa de destruir nuestra huerta, y que apuesta por mejorar nuestros barrios, dotándolos de nuevos servicios públicos para igualar las oportunidades de sus vecinos y vecinas”, explica la dirigente socialista.

Además, afirma que “los socialistas queremos combatir el cambio climático desde el urbanismo recuperando y renaturalizando el espacio público, peatonalizando sus plazas, generando nuevos parques y jardines”. 

Un modelo de sostenibilidad que, según explica, también se extrapola a la mejora de la calidad de vivienda, donde la apuesta es “generar nuevos parques de vivienda pública de alquiler accesible, aumentar los porcentajes de vivienda de protección pública y cambiar las ordenanzas para que las nuevas realidades y familias se reflejen en el diseño de nuestras viviendas, haciéndolas también más eficientes desde un punto de vista del consumo energético”.