“Acudiré a la manifestación porque me parece una aberración construir un mega hotel de 575 habitaciones en el interior de un patio de luces rodeado de edificios de en los que vivimos unas 800 personas; consideramos que va a ser un caos y que vamos a sufrir problemas de contaminación acústica y ambiental al meter hasta a 1.000 personas en un deslunado, pero además voy a la manifestación porque no quiero que esto afecte a mi estilo de vida y al comercio tradicional del barrio”.
Así se ha pronunciado Amparo Vidal, vecina que vive en uno de los edficios residenciales en cuya manzana interior se pretende habilitar un complejo hotelero con bloques de hasta seis plantas y 575 habitaciones donde en estos momentos hay unas naves abandonadas, algunas de las cuales se utilizan como aparcamiento.
El proyecto ha generado el rechazo de la mayoría de vecinos de las fincas colindantes al entender que la ubicación no es la más idónea para este tipo de actividad por el impacto que puede generar sobre todo en forma de ruidos, motivo por el que han convocado una manifestación este sábado a las 11.00 horas, una protesta apoyada por diversas plataformas como EntreBarris y La Saïdia Comuna, no solo contra esta edificación, sino también contra la proliferación de apartamentos turísticos por toda la ciudad
Ximo Muñoz es otro de los vecinos afectados: “Me opongo a la construcción del hotel y residiencia dentro del patio de luces porque nos va a destrozar la vida a los vecinos que habitamos allí toda la vida. Ahora nos quieren poner un edificio a tres metros de distancia con lo cual vamos a perder toda la luz, todo el aire y toda la vida, nos oponemos al proyecto porque nos parece una aberración, no se conoce algo así ni en València ni probablemente en ningún sitio de España”.
Según informan fuentes vecinales, la promotora Inversiones Gran Valencia 2005 S. L. ha solicitado licencia al Ayuntamiento de València para construir un macro complejo hotelero en una parcela interior entre las calles Sagunto, Padre Urbano, Luz Casanova y San Bruno; los vecinos y las vecinas de La Saïdia han llevado a cabo diferentes acciones y movilizaciones para oponerse colectivamente a este proyecto.
La edificación, de grandes dimensiones, ocupará un espacio de 18.000 metros cuadrados y contará con 575 habitaciones destinadas a uso hotelero y residencia de estudiantes. Según las vecinas y colectivos afectados, un proyecto de esta magnitud supondrá un gran impacto sobre el territorio que afectará negativamente a la vida cotidiana del barrio promoviendo procesos de turistificación, gentrificación y el consecuente desplazamiento del vecindario, como ya ha pasado en otras zonas de la ciudad de València.
De hecho, la protesta pone el foco en la detección de otros proyectos en el distrito que ratifican estos procesos de mercantilización de la vida en los barrios, como por ejemplo la proliferación de apartamentos de uso turístico, la sustitución del comercio local por franquicias, el vaciado de fincas enteras para ser destinadas al negocio turístico, entre otros.
La manifestación convocada el sábado 11 de diciembre cuenta con un recorrido por los diferentes casos detectados, que se iniciará precisamente desde la Calle Guala, lugar donde se planifica la construcción del macro hotel. El itinerario circulará a continuación por Calle de Fray Pedro Vives, Calle de la Visitación, Mercado de San Pedro Nolasco y Calle Sagunto.
Las mismas fuentes advierten de que la situación de La Saïdia no es un caso aislado, sino una dinámica repetida en diferentes zonas de la ciudad de València: “Ya no es únicamente una movilización del vecindario directamente afectado para oponerse a esta edificación, sino que se trata de la movilización del barrio, del distrito y de la ciudad contra la especulación, la gentrificación y la turistificación por unos barrios para quien los habita. Por ello, las vecinas y los vecinos hacen esta denuncia con el apoyo de diferentes plataformas ciudadanas de València, como La Saïdia Comuna o EntreBarris”, afirman.
El Ayuntamiento aún no ha dado el visto bueno al proyecto
Sobre el proyecto, fuentes de la Concejalía de Actividades que dirige Lucía Beamud informan de que “el Ayuntamiento no ha dado ningún permiso para un hotel en la Saïdia” y aclaran que “actualmente lo único que hay es una empresa que ha presentado una solicitud y los técnicos están estudiándola”.
El resultado de este proceso puede concluir de tres formas diferentes: “Denegación del permiso, aprobación del permiso o solicitud de cambios (de mayor o menor calado) en el proyecto presentado”.
Además, añaden que “hay varios hoteles que han solicitado permiso a los que el servicio de licencias ha pedido cambios sustanciales en el proyecto y de los cuales no se ha vuelto a recibir solicitud” y que “el servicio de Actividades es muy riguroso, como no podía ser de otra manera, en que todos los proyectos cumplan por igual las ordenanzas y normas establecidas para estos casos”.
Desde Actividades rechazan, “para este barrio y para cualquier otro de la ciudad, que la construcción de un establecimiento hotelero en un solar vacío hasta el momento vaya a incrementar el precio de la vivienda que existe actualmente ya que las viviendas continuarán siendo las mismas y no se reduce la vivienda residencial ni se expulsa a ningún vecino de sus casas”.
El Ayuntamiento, por el contrario, “sí considera un problema que bloques de edificios de uso residencial sean comprados por fondos buitre para expulsar a los vecinos y crear apartamentos turísticos, por lo que trabaja en una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para prohibir estas operaciones en determinados barrios de la ciudad; además el Ayuntamiento ya ha prohibido la creación de nuevos apartamentos turísticos en los barrios de Ciutat Vella y el Cabanyal”.