El colectivo vecinal Russafa Descansa solicitará amparo al Síndic de Greuges para proteger los derechos básicos y fundamentales vulnerados por la contaminación acústica en el barrio valenciano de Ruzafa.
Esta asociación viene recogiendo firmas desde principios de septiembre para que el “defensor del pueblo valenciano” requiera al Ayuntamiento de Valencia medidas correctivas para revertir la saturación del barrio de Ruzafa. Este sábado 1 de octubre por la mañana en el entorno del mercado de Ruzafa.
Entre las medidas reclamadas se encuentran la creación de una policía ambiental local, un registro público de establecimientos y autorizaciones, el desarrollo de efectivos planes de inspección, control y sanción, la inmediata convocatoria de la Mesa Municipal de Contaminación Acústica Ruzafa-Gran Vía y las propias de una declaración administrativa de una zona acústicamente saturada (ZAS) ante la inactividad y permisividad municipal.
Desde la entidad vecinal han denunciado que “en casi año y medio de un nuevo Consistorio está constatándose cada vez más que el ruido no está siendo tratado por como un problema de entidad que afecta seriamente a la calidad de vida de las personas”, sino más bien como una “molestia” para el gobierno municipal cuando los vecinos de Ruzafa reclaman su ineludible intervención como le corresponde como institución pública.
Al mismo tiempo, según han explicado, se ha puesto en evidencia que el ruido se ha convertido en una “excusa” para el trato con rigor y la actuación de oficio “solo contra determinados grupos hosteleros de la ciudad de Valencia” que operan con varios establecimientos o concesiones en la dársena portuaria o en el antiguo cauce del Turia.
Según la platafoma vecinal, “el Ayuntamiento de Valencia no está desarrollando de oficio ninguna campaña ni plan de inspección en los apartamentos turísticos que operan ilegalmente en fincas residenciales y que han proliferado en este barrio ante la inacción municipal”.
Menos aún en los establecimientos públicos que desarrollan “una actividad calificada por ley como molesta por ruidos, vibraciones y olores en Ruzafa, especialmente en los locales con ambientación musical, que son los más incompatibles con el descanso y trabajo vecinal”.
Al margen de los planes de inspección, tal y como sí están desarrollando otras corporaciones municipales como la de Madrid o Barcelona, Russafa Descansa reclama un registro municipal de establecimientos públicos, terrazas y apartamentos turísticos en el que conste de una manera trasparente la información pública más relevante de las correspondientes licencias de apertura, expedientes y autorizaciones: “El buen gobierno también es transparencia”, han asegurado.
Por todo ello los residentes de Ruzafa no tienen más remedio que recurrir a una institución pública a la que no puede eludir esta corporación municipal y sus responsables en materia de actividades, inspección, dominio público y protección cudadana, el Síndic de Greuges.