Tres de los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han seguido declarando este jueves, en condición de testigos peritos, sobre la investigación de la supuesta trama corrupta liderada por el exministro del PP Eduardo Zaplana. Además del seguimiento del rastro del dinero en paraísos fiscales, a través de una estructura societaria 'offshore', explicado en la sesión anterior, los agentes destacaron el altísimo nivel de vida de Eduardo Zaplana.
Todos los fondos que manejó la trama, con origen en la mordida de la familia Cotino por la adjudicación de las ITV, estaban a nombre del amigo de la infancia de Zaplana y testaferro confeso, Joaquín Barceló 'Pachano'. La Fiscalía Anticorrupción, que pide una pena de 19 años de prisión para Zaplana, sostiene que la trama manejó una 'cifra de negocio' de 20,6 millones de euros.
Los agentes de la UCO, a preguntas del fiscal anticorrupción, detallaron varios de los “hitos” de la investigación. Una de las empresas españolas a nombre del testaferro, en una operación ficticia relativa a la adquisición de un inmueble en la urbanización La Finca en Madrid, obtuvo una plusvalía de 3,5 millones de euros. El arquitecto vinculado al desarrollo urbanístico llegó a declarar en la fase de instrucción que Zaplana adquirió el inmueble de La Finca mediante “un amigo de Alicante al que califica de testaferro [Pachano]”.
Con esos fondos, a su vez, la trama compra una vivienda en la calle de Núñez de Balboa, en el barrio de Salamanca de Madrid, por 1,6 millones de euros. En las agendas intervenidas a Zaplana aparecen “una serie de visitas” del exministro a la vivienda, en alguna ocasión acompañado por Elvira Suances, amiga íntima acusada en la causa.
A pesar de que Zaplana afirmó durante su declaración que la propiedad de la casa era de Joaquín Barceló, éste último dijo exactamente lo contrario durante su confesión. A partir de 2010, se empezó a reformar y a amueblar la vivienda. Las obras de reforma, por 90.000 euros, fueron coordinadas por Gregorio Fideo, asesor personal de Zaplana ya fallecido.
También se adquirieron dos televisiones valoradas en un monto total de 20.000 euros. En la agenda de Zaplana, figura en esas fechas una visita a la tienda de la marca Bang & Olufsen de televisiones de alta gama. Los investigadores de la UCO también pudieron trazar el destino de los fondos para el pago de la mujer de la limpieza de la vivienda y su despido posterior. La trabajadora fue interrogada en la fase de instrucción y declaró que “el único usuario” del piso “había sido Eduardo Zaplana”.
De hecho, desde el momento inicial de la adquisición de la vivienda, el exministro “aparece relacionado”, según la UCO. El comercial de la inmobiliaria que lo vendió se lo enseñó a Zaplana. “Durante toda la vida del piso, aparece Eduardo Zaplana”, ha afirmado uno de los agentes.
Los investigadores también aludieron a un reloj, valorado en 20.000 euros y adquirido con fondos de la trama. “Posteriormente se lo regaló a un amigo”, ha aclarado uno de los agentes, en referencia a Ignacio González, expresidente de la Comunidad de Madrid.
Dos áticos en Altea
La trama adquirió asimismo dos áticos en el puerto deportivo de Altea, por un valor de unos 700.000 euros. En la operación, según la documentación hallada por la UCO, figuraba “un precio en A y un precio en B”. Además de una operación para tratar de hacerse con una participación mayoritaria en la empresa del puerto deportivo de Altea, varios de los acusados adquirieron una embarcación. Entre Zaplana y su testaferro confeso llegaron ostentar un 26% de la participación.
Los investigadores también han detallado la relación de Zaplana con el promotor Carlos García Nomdedeu, también acusado. El grupo empresarial del acusado, hundido con la crisis económica, consiguió que Bancaja adquiriera inmuebles de su cartera y le inyectara tres millones de euros de liquidez. La operación se produjo después de que el entonces directivo de Telefónica se reuniera varias veces con Miguel Bastida, directivo de Bancaja, a petición del entocmes presidente de la entidad, el también acusado José Luis Olivas (sucesor de Zaplana en el Palau de la Generalitat).
El directivo de Bancaja declaró que Olivas le había pedido recibir a Zaplana, “algo anómalo”, según dijo. Los tres millones de liquidez embolsados acabaron una de las empresas pantalla, localizada en Holanda, propiedad del blanqueador confeso, el abogado uruguayo Fernando Belhot.
Yates y vuelos
A su vez, los fondos se destinan a la empresa de Francisco Pérez López, apodado 'Paco Gasofa' y acusado en la causa (225.000 euros); a la agencia de viajes Europa Travel, que “normalmente usaba Eduardo Zaplana” (75.000 euros); a la empresa a nombre de Zaplana (otros 75.000 euros), y otros fondos para el pago de cinco vuelos internacionales. En todos estos vuelos, “el usuario era Eduard Zaplana”, según ha apostillado uno de los agentes de la UCO.
Las pesquisas también detectaron el pago por parte de Paco Gasofa de yates de lujo usados por Zaplana y un grupo de amigos en los veranos de 2008, 2009 y 2010. El empresario adujo, durante su declaración, que simplemente adelantó el dinero para reservar el barco para Zaplana. Sin embargo, los agentes de la ICO han confirmado que nunca se abonaron los gastos desde las cuentas bancarias del exministro.