Xavier Vinader confidencial: el periodismo de investigación en la Transición y el “final de una época”

“Vinader te vampirizaba en el buen sentido, conseguía que te metieras en los temas y, haciendo la coña, cuando te dabas cuenta estabas en un lío de cojones”. El periodista y profesor universitario Francesc Viadel estuvo a las órdenes de Xavier Vinader (Sabadell, 1947 - Barcelona, 2015) en la revista El Temps y ahora ha compilado las columnas del mítico exponente del mejor periodismo de investigación de la Transición en un libro de la editorial valenciana 3i4.

Vinader Confidencial, con prólogo del periodista y exdiputado de la CUP David Fernàndez, recoge dos décadas de columnas del investigador, autor durante la primera etapa de la revista Interviú de los más incisivos reportajes sobre la guerra sucia contra ETA, los intentos de desestabilización de la extrema derecha y el crimen organizado.

“Era un tío que tenía una curiosidad absolutamente insaciable”, explica por teléfono Viadel. Las columnas, publicadas entre 1995 y 2015, repasan precisamente todas las obsesiones de Vinader, que cuando le interesaba un tema, ya sea el espionaje en la guerra fría, la guerra civil española o la mafia, leía abundante bibliografía y mantenía fuentes en los cloacas más inquietantes.

Vinader fue un maestro para varias generaciones de periodistas interesados en ir más allá de la filtración: “Era”, recuerda Viadel, “un periodista con mucha pericia, aprendí mucho de él, era un gran entrevistador”. “Vinader tenía mucha psicología, recuerdo una entrevista con una fuente por el tema del GAL, estuvimos cuatro horas con él y cantó la Traviata”, añade.

El periodista fue condenado a siete años de prisión a raíz de uno de sus reportajes más sonados, en el que destapaba las redes del terrorismo de Estado en el País Vasco y citaba a dos militantes de grupos ultra asesinados posteriormente por ETA. Vinader acabó exiliado en Francia —fue el primer periodista exiliado de la democracia aunque no paró de trabajar en el extranjero— y regresó a España, a la prisión de Carabanchel, donde estuvo tres meses encerrado —aprovechó para investigar la situación de las cárceles— hasta que el Gobierno socialista lo indultó.

Tras su salida de la cárcel, ningún medio de comunicación de primera línea contó con Vinader para revelar las tremendas exclusivas que solía firmar. El periodismo de investigación que practicó junto a un puñado de compañeros que se jugaron el tipo como él se dio por muerto. “Vinader es el final de una época”, señala el compilador del libro. “Él estaba muy decepcionado en general, a pesar de que era un entusiasta y un optimista”, añade.

Vinader viajó por medio mundo, especialmente a lugares de conflicto como Irlanda del Norte, Palestina o Afganistán. Su curiosidad insaciable por los movimientos insurgentes, el espionaje y el crimen organizado aparece en cada una de las columnas que publicó en El Temps. “Tenía muchos centros de interés y era un viajero empedernido”, dice Viadel.

Xavier Vinader fue, según el escritor Manuel Vázquez Montalbán, un periodista que siempre llegaba al lugar del crimen antes que la policía. Otra época.