Eduardo Zaplana tenía amigos en todas partes. Entre ellos, en la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), cuya quiebra también se investiga en la Audiencia Nacional. El exministro de Trabajo consiguió un préstamo al que no todo el mundo puede acceder para comprar un piso que tampoco está al alcance de cualquier vecino.
Cuando recibió la llamada de Aznar para ser ministro, se compró con su mujer un piso de lujo de más de 500 metros cuadrados en el Paseo de la Castellana, junto al estadio Santiago Bernabéu, por 1,6 millones de euros que pagó en dos cheques. Para conseguir el talonario negoció con la CAM un préstamo de 2,3 millones de euros en unas condiciones muy favorables para el político.
Zaplana consiguió una carencia de tres años para el pago principal y después empezó a pagar un 3,3% anual. En 2006, el ya ministro y su esposa renegociaron su préstamo consiguiendo otra carencia que finalizaría en 2008, modificando mediante una nueva escritura las condiciones originales del crédito. Es decir, que durante seis años sólo pagaron los intereses del préstamo, fijos el primer año y variables a partir del segundo, consistentes en el euríbor más el 0,40%.
Según informó Levante-EMV, la anterior propietaria del piso recibió del matrimonio Zaplana-Barceló la cantidad de 1,62 millones de euros en dos cheques bancarios en el mismo acto de escritura de la compraventa, algo habitual en este tipo de transacciones en las que se hacen coincidir todos los trámites en una misma operación y ante el mismo notario.
En el primer año, pagaron el 3,36% de interés y, a partir del segundo año, el euribor más el 0,40%. La devolución del capital principal quedaba aplazada. Tras los primeros tres años de carencia, renegociaron otra carencia hasta 2008 en las mismas condiciones. A partir de entonces tenían 25 años para devolver el préstamo.
Según la escritura, el piso de lujo de Zaplana repartía sus 530 metros cuadrados en un vestíbulo, un salón con chimenea, una sala de estar, un comedor, un vestidor, dos cuartos de baño y uno de aseo, cuatro dormitorios, un despacho, un vestíbulo para los niños, oficina, comedor para el servicio, cuarto de plancha, un dormitorio para el servicio, un cuarto de baño y cuarto de entrada y armarios y cocina. También tenía dos plazas de garaje.
Zaplana vendió este piso, en el que ubicó el domicilio social de una consultora denominada Decuria Consulting, hace unos meses por 2,8 millones de euros, 1,2 millones más de lo que le costó. Con ese dinero, supuestamente, habría comprado otro piso en el barrio de Chamberí por valor de 1,8 millones que pagó sin necesidad de una hipoteca. Esta operación llamó la atención de la UCO y está siendo analizada.
El asesor fiscal de Zaplana, Francisco Grau, detenido el martes en la misma operación que llevó al calabozo al exministro, fue secretario del consejo de la quebrada CAM desde 1998 hasta 2007, la entidad que le concedió el préstamo. En 2008, cuando Zaplana asumió el cargo de delegado para Europa de Telefónica, puso en marcha la consultora Decuria Consulting, que ha facturado más de dos millones de euros. Desde ese momento, el detenido Francisco Grau ha sido el máximo responsable financiero de Decuria Consulting, cuyo domicilio social se ubicaba en el piso del Paseo de la Castellana.