Baltasar Garzón continúa siendo uno de los juristas más mediáticos y conocidos, a pesar de que ya no ejerza en los tribunales de la Audiencia Nacional desde que fue inhabilitado en 2012 por el Tribunal Supremo por ordenar escuchas sobre el caso Gürtel.
Recientemente, Garzón, de 64 años, ha superado el coronavirus, enfermedad por la que tuvo que permanecer ingresado con neumonía bilateral. Este miércoles ha conversado en Confinados con Ignacio Escolar, que le ha trasladado las preguntas de los socios y socias.
El magistrado se ha mostrado muy crítico con algunos políticos, sobre todo con la “derecha y la extrema derecha” que están “abusando hasta la extenuación de las noticias falsas”.
“Ya lo veían haciendo antes y esto es peligroso, políticamente hablando”, ha asegurado.
Aquí el jurista ha querido dejar claro que la ley no contempla castigo penal para las fake news en esta situación del estado de alarma, y ha recordado que para para modificar la ley deben seguirse los pasos parlamentarios pertinentes. Aún así ha matizado que hay que ver si “dentro de las responsabilidades políticas, debe haber consecuencias dentro del parlamento”.
Garzón considera que el papel de la oposición “podía y debía haber sido otro”. “Todavía están a tiempo”, ha reflexionado, para añadir que esto sería “pedir peras al olmo”.
El exjuez de la Audiencia Nacional reflexionaba en voz alta y hacía patente su cabreo con la situación. “¿Qué buscan exacerbando críticas, manipulando? Es un alarido permanente. No puede ser. Se están riendo de los ciudadanos”, afirmaba.
Así, ha recordado que hay que exigir a los políticos “mayor rigor porque son servidores públicos” y somos nosotros, los ciudadanos los que “tenemos que exigirles responsabilidades”.
Baltasar Garzón advertía que los ciudadanos no pueden dejarse manipular en estas circunsancias ya que “si nos dejamos utilizar y somos como una especie de esponjas estamos perdidos y vamos camino al puro desastre”.
Iglesias y el CGPJ
El magistrado no ha evitado pronunciarse sobre una de las polémicas judiciales de los últimos días: las críticas del CGPJ hacia el vicepresidente Pablo Iglesias por cuestionar la sentencia que condena a la miembro de Podemos Isa Serra. Para Garzón, que firmó un comunicado defendiendo a Iglesias, “el CGPJ actual carece de legitimidad democrática, no puede estar decidiendo sobre cuestiones que van a perdurar en el tiempo”.
“Por más que leí y escuché las declaraciones de Iglesias no encuentro una crítica tan feroz como la que surgió de la comisión permanente [del CGPJ] y después de asociaciones de jueces y fiscales. Se puede estar de acuerdo o no, pero el CGPJ tiene que asumir que se critique una sentencia, que yo desde el punto de vista jurídico considero muy desacertada”, ha añadido.
Además, desde su experiencia “a uno y otro lado” del sistema judicial, Garzón ha asegurado que este necesita un “cambio profundo”. “Hay muchos compartimientos estancos, no hay cooperación ni confianza y eso se traduce en una fricción permanente”, ha explicado.
Precisamente sobre la situación de la justicia, el jurista se encuentra reescribiendo un libro que se llama La encrucijada. Lo había entregado a la editorial justo antes de que estallara la pandemia y que se ha visto obligado a “acomodarlo un poco”.
El recuerdo de la operación Nécora
Ante las preguntas de los socios y socias de eldiario.es, Garzón ha recordado su papel como juez en la operación Nécora, el célebre proceso antidroga que se llevó a cabo en Galicia en los años 90. A este respecto, el exjuez de la Audiencia Nacional señalaba que en aquella época se vivía en España “la pandemia de la heroína y las adicciones” y que había una “sensación en ciertos focos territoriales” de abandono por parte del Estado.
Es por ello, que desde su punto de vista, esta operación fue importante “porque las víctimas se sintieron protegidas” ya que es una “labor institucional acompañarlas en momentos clave” y en Galicia en esos años era necesaria la presencia del Estado ante aquella crisis.
Sobre la serie Fariña, basada en el libro de Nacho Carretero que recoge aquellos hechos, ha reconocido que estuvo tiempo sin verla pero que finalmente la vio. “Tiene una base importante de realidad”, ha asegurado, añadiendo que refleja muy bien esa época. Ha calificado también de “espectacular” que la serie se haya visto en toda Latinoamérica y en “todo el mundo”.
“No vamos a volver a ese capitalismo brutal”
El pasar la enfermedad, le ha reforzado en algunos planteamientos. “Hay que cambiar la forma de ver la realidad desde el punto de vista político y económico. Digan lo que digan se ha acabado lo anterior, no vamos a volver al punto al que pretende ese capitalismo brutal, tenemos que ir hacia un capitalismo muy responsable y sobre todo con los tiempos que se nos avecinan”, ha asegurado.
Garzón, que se ha definido como un “optimista-pesimista” ha confesado que en los momentos complicados de la enfermedad pensaba en que no tendría sentido que pasara todo para que no cambiara nada. “Hay que seguir intentándolo, porque si no ya sabemos lo que nos espera”, afirmaba.
En este sentido el jurista remachaba sus reflexiones con una afirmación contundente: “La peste está ahí, pero no la del coronavirus, sino la del fascismo”.
Al concluir la entrevista, el magistrado ha querido mandar un mensaje de agradecimiento para aquellos que han participado en este encuentro: “Gracias a todos los lectores que tan amablemente se han interesado por mi salud y me han expresado sus buenos deseos. Un abrazo para todos”.
Este Confinados con el derecho de fondo se une al que protagonizó recientemente también el magistrado Joaquim Bosch. Si te perdiste esa entrega o alguna de las otras que hemos realizado, puedes volverlas a ver todas aquí.
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