Isabel Coixet se ha asomado a la pantalla de Confinados para charlar con Ignacio Escolar y responder a las preguntas de los socios y socias de eldiario.es.
La cineasta trabaja en estos momentos en el montaje de su próximo film, Nieve en Benidorm, una película ambientada en la ciudad levantina. “Quería hacer un documental de cómo ha cambiado el litoral, de la Costa Brava a Benidorm, y ha salido esta película sobre la búsqueda de la belleza en un lugar donde la belleza dejó de existir”, nos cuenta.
Coixet, que ha trabajado durante el confinamiento en el montaje de este film, ha confesado que le invadía durante el proceso “una sensación de total irrelevancia”, de que ese trabajo que era tan importante para ella había dejado de tener sentido ante la situación.
La cineasta no es de los que cierran las puertas a las plataformas de streaming. Ella ha colaborado con Netflix (Elisa y Marcela) y HBO (Foodie Love), y está convencida de que las circunstancias actuales han cambiado definitivamente el panorama.
“Cuando vi que los grandes estudios iban a poner películas de gran presupuesto en plataformas y creaban las suyas para verlas online, pensé: 'ya está'. Los festivales pueden decir lo que quieran pero el streaming se ha apoderado de la distribución”, ha asegurado.
Sin embargo, a la cineasta no le hace especial ilusión este cambio. “Me encantaría equivocarme”, ha reconocido, recordando su estrecha relación con las salas de cine, las sesiones que veían en familia y que su propia abuela era taquillera. “Para mí el cine es estar en comunión con la pantalla”, ha explicado.
Coixet se alegra de que “nuevas generaciones” hayan descubierto sus películas en las plataformas y “lo acepta”, pero cree que esta forma de verlas “no te dan el espacio para pensar en lo que estás viendo”.
La directora cree que será difícil que las salas de cine puedan sobrevivir económicamente con limitaciones, aunque reconoce que todavía es complicado poder hacer predicciones porque siguen siendo muchas las “incertidumbres”.
Coixet, que acaba de ser galardonada con el premio Luis Buñuel del festival de cine de Huesca, valora positivamente iniciativas como los autocines, y no se muestra muy entusiasta con la elección de Cinema Paradiso para celebrar la vuelta a las salas a finales de junio. “Cinema Paradiso es muy bonita, pero es de una nostalgia un poco empalagosa”, ha asegurado. “Yo elegiría El Verdugo” (de Luis García Berlanga)“, ha afirmado para luego decantarse por La última película (The Last Picture Show), de Peter Bogdanovich, de la que ha destacado su ”complejidad y dulzura“ y que ”no se queda en la nostalgia“.
Uno de los socios de eldiario.es le ha preguntado por la película Million dolar baby, ganadora de cuatro oscar y que Coixet rechazó dirigir. La directora ha explicado que en ese momento tenía sobre la mesa “muchos guiones de mujeres que se morían, agonizantes” y que en esta propuesta Sandra Bullock era la productora y la quería protagonizar.
“Me parecía poco apropiada, yo veía más [como protagonista] a Sarah Polley, así que dije que no porque ese guion no se lo iba a creer nadie. Bullock dejó aparcado el proyecto y cayó en manos de Clint Eastwood”, ha relatado.
Coixet se ha mostrado pesimista sobre que la pandemia nos vaya a cambiar a mejor. “Me gustaría pensarlo, pero no lo veo... Ya había precariedad y se va a complicar”, ha asegurado. “Creo que hay gente que saldrá mas fuerte pero los que salen más fuertes, no son los que nosotros querríamos”, ha reflexionado.
Este pensamiento le ha llevado a pensar a la situación que estos días se vive en EEUU, país donde ha desarrollado parte de su carrera: “Las escenas de pillaje me horrorizan, pero situándolas en un contexto histórico real... Toda la ayuda económica en EEUU para el coronavirus, el 85% ha ido a parar a bolsillos de billonarios, esto sí que es pillaje, pillaje de verdad”.
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