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Las cuatro formas de limpiar las gafas con productos que tienes en casa y sin rayar los cristales

A lo largo del día, una de las tareas más complejas de llevar a cabo es la de mantener las gafas limpias. Esto es debido al constante contacto entre los cristales y las huellas, polvo, grasa o diferentes partículas, que pueden opacar la superficie reduciendo su eficacia y afectando a la visión.

Por ello, mantener las gafas limpias no solo es esencial desde el apartado estético, sino también para evitar posibles complicaciones en la vista. De esta manera, tener los cristales sucios podría evitar que estos hiciesen su función correctamente, forzando al ojo a enfocar más por sí mismo, derivando en un posible daño a la vista.

Mantener los cristales sencillos no es una tarea compleja, por lo que llevarla a cabo de manera regular podría ser beneficioso en varios sentidos. Pese a que existen métodos comerciales para la limpieza de todo tipo de lentes, también es posible llevar a cabo la tarea con productos del hogar. Así, estas son algunas formas de limpiar las gafas con materiales que tienes en casa y sin rayar los cristales.

Agua tibia y jabón líquido

Uno de los métodos más básicos con los que limpiar las lentes de las gafas es mediante la combinación de agua tibia y jabón líquido. Esta mezcla no solo es sencilla de obtener, sino que permitirá además higienizar otras partes de las gafas como la montura.

Para llevar a cabo este procedimiento, enjuaga las gafas con agua tibia -evita que sea caliente, ya que podría dañar el revestimiento de las lentes- y mójate los dedos con jabón líquido. A continuación, frota suavemente ambas caras de los cristales y el resto de la estructura.

Para finalizar, aclara bien de nuevo con agua tibia y sécalas con un paño de microfibra. Además, evita utilizar jabones de manos u otro tipo de componentes como cremas hidratantes, ya que estos pueden dejar residuos en las lentes.

Vinagre blanco de limpieza y agua tibia

Otro de los métodos de limpieza más eficaces se lleva a cabo mediante el uso de uno de los productos de limpieza más básicos en el hogar, el vinagre blanco. Así, combinando este con agua tibia es posible aprovechar todas lsa propiedades del compuesto al máximo para dejar los cristales de las gafas totalmente transparentes.

Para ello, mezcla vinagre blanco de limpieza y agua tibia a partes iguales e introduce el compuesto en un spray pulverizador. A continuación, rocía una pequeña cantidad del producto sobre cada lente y utiliza un paño de microfibra seco para frotar de forma suave cada cristal.

Este truco es especialmente efectivo para eliminar manchas de grasa como salpicaduras de aceite, aunque es importante asegurarse de no estar utilizando vinagre puro, ya que este podría dañar los cristales.

Alcohol isopropílico diluido

El alcohol isopropílico es uno de los componentes más útiles para retirar manchas y desincrustar suciedad de las superficies más delicadas. Su aplicación es similar a la del vinagre, puesto que son productos con propiedades similares.

De esta manera, comienza mezclando alcohol isopropílico con agua tibia a partes iguales y añádelo a una botella con pulverizador, agitándola bien para asegurarte de que el contenido queda completamente diluido. A continuación, rocía cada lente y frota suavemente con un paño de microfibra seco en movimientos circulares.

Esta solución es muy completa y contribuye a eliminar grasas adheridas y a desinfectar las gafas, aunque no es recomendable recurrir a ella siempre. Esto es debido a que se trata de un compuesto bastante fuerte, que podría dañar el recubrimiento de los cristales si se usa de manera continuada.

Limpieza en seco con un paño

Si no se quieren humedecer los cristales, es posible llevar a cabo una limpieza en seco utilizando un paño de microfibra. Este truco no es tan efectivo, aunque su uso es más eficaz que otras prácticas comunes como frotar con pañuelos de papel o prendas de ropa.

Para ello, tan solo es necesario coger un paño de microfibra -para evitar que se rayen las lentes- y frotar suavemente en movimientos circulares, sin ejercer excesiva presión en las lentes. Este procedimiento no asegura una limpieza a fondo, aunque es una gran alternativa para mantener las gafas libres de polvo o huellas de manera diaria.