Dejar unas zapatillas deportivas como nuevas puede parecer un reto difícil de superar después de haberlo dado todo en el gimnasio, la pista de tenis, el campo de fútbol, la última carrera, esa ruta de senderismo por la montaña o cualquier otro entrenamiento; en especial si es al aire libre y en días de lluvia, y barro. Pero con algunas claves y un poco de paciencia y esfuerzo -sí, no te vas a librar de frotar las manchas- lo bueno es que es posible dejarlas casi como recién estrenadas sin importar el material del que estén hechas.
Lo más sencillo -y efectivo- puede resultar meterlas en la lavadora y no tener mayores quebraderos de cabeza. Pero ten en cuenta que no todos los materiales están preparados para soportar un lavado a máquina. Si tus zapatillas están hechas de lona y cuero, algunos materiales sintéticos o ante, que sepas que meterlas en la lavadora puede darte más de un disgusto. Chequea antes de hacerlo en la etiqueta informativa de tus zapatillas si pueden lavarse a máquina o solo a mano.
También es posible que a pesar de que los materiales con los que están fabricadas sí que puedan lavarse a máquina, si abusas de este método terminen aflojándose las partes que están hechas de goma o que sean sintéticas. Aun así, si vas a echar mano de la lavadora porque no ves otra solución, utiliza un lavado corto a baja temperatura o en frío, con un centrifugado suave, no las mezcles con ropa o introdúcelas en una malla especial para prendas delicadas y luego déjalas secar al aire libre. No se te ocurra meterlas en la secadora. Las arruinaría.
Ten en cuenta que las zapatillas deportivas no solo se manchan por fuera, también se ensucian por dentro. La humedad y la sudoración de nuestros pies también hacen que se vayan acumulando manchas en la parte de dentro de la zapatilla y es frecuente que aparezcan manchas oscuras, a veces negras, en las paredes interiores de nuestro calzado deportivo.
Para prevenir que esto suceda es importante utilizar calzado adecuado a la actividad deportiva que vamos a realizar, además de emplear materiales efectivos para cada época del año, así como calcetines que ayuden a transpirar al pie y no condensen el sudor y la humedad.
Dos trucos para las manchas más oscuras
Pero si ya han empezado a aparecer, no te preocupes. Te damos algunas claves para eliminarlas sin tener que meterlas en la lavadora:
- Puedes utilizar pasta de dientes. Lo que haremos será cubrir con el dentrífico -blanco y lo más neutro posible- las manchas y las vamos a frotar con un cepillo de dientes que no utilicemos o algún otro cepillo que destinemos para lavar tejidos y que sea suave para no dañar la tela de la zapatilla. Hay que dedicarle un buen rato a frotar para que vayan desapareciendo pero suele ser un método bastante eficaz.
- Si la parte interior de la zapatilla es blanca inevitablemente destacarán más las manchas negras y serán más visibles. Otra fórmula que podemos utilizar es mezclar media taza de vinagre de limpieza con un cuarto de taza de bicarbonato de sodio, el resultado será una pasta que aplicaremos sobre las partes más sucias del interior de la zapatilla. Aunque es igual de efectivo para limpiar el exterior. Verás que al mezclarse ambos ingredientes se genera mucha espuma, tenemos que esperar a que baje un poco y haremos lo mismo que con la pasta de dientes. Lo aplicaremos sobre las manchas, frotaremos con un cepillo y lo dejaremos actuar un tiempo para despues retirar los restos de la mezcla.
Limpieza según materiales
Evidentemente, una vez te pones a lavar tus zapatillas querrás dejarlas tan limpias por dentro como por fuera Te contamos cómo acometer la limpieza exterior de tu calzado deportivo según el material del que esté hecho:
- Si tus deportivas son de piel, lo más sencillo es humedecer un trapo suave con un poco de agua y algún jabón neutro y frotar el exterior de la zapatilla. Unas toallitas húmedas también pueden valer para manchas menos resistentes y son una solución práctica si estamos fuera de casa. Luego las dejaremos secar al aire libre pero no al sol directamente. Emplear una crema sin color es la mejor forma de volver a darles brillo. Las hay específicas para calzado deportivo.
- Si tus zapatillas están fabricadas en tela lo que haremos es llenar un pequeño barreño con agua tibia y la cantidad recomendada de detergente para prendas delicadas. Con esa solución y un cepillo frotaremos el exterior de la zapatilla. Si les quitamos los cordones y hacemos lo mismo con las plantillas, también podemos introducirlas en el agua por un momento para quitar los restos de suciedad y seguir frontándolas con el cepillo.
- Si tus deportivas son de ante, que sepas que suelen ser las más complicadas de limpiar. Necesitarás un cepillo especial para este tipo de material. A la hora de cepillarlas, también debes saber que nunca se realiza a contrapelo para no dañarlas. Si hay manchas difíciles, puedes usar ocasionalmente un trapo humedecido con vinagre.
Y si lo que queremos es limpiar la suela blanca de las zapatillas -suelen amarillerarse- podemos emplear la pasta de dientes de nuevo o la mezcla de vinagre y bicarbonato. Con la suela hacia arriba las dejaremos secar al sol media hora.
En caso de que en estos días de lluvia no hayas podido evitar que tus deportivas se hayan llenado de barro, te advertimos de que lo mejor es que las dejes secar antes de hacer nada. Una vez el barro se haya solidificado, las partes más grandes saldrán de una sola pieza al sacudirlas un poco o darles un pequeños golpecitos. Los demás restos, los podemos quitar con un trapo seco o con un cepillo pequeño. Pero antes de proceder a su limpieza y humedecer las zapatillas, tendremos que haber eliminado la mayor parte de barro posible.