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Del toldo a los recubrimientos para cristales: soluciones pasivas para ahorrar en la factura del aire acondicionado

Martín Frías

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Ahora que se acerca el calor, mucha gente se prepara para que también suba la factura de electricidad a causa del aire acondicionado, que puede representar una parte significativa del gasto energético en los hogares. Según cálculos de Bankinter, encender el aire acondicionado a toda potencia durante cuatro horas al día puede aumentar el consumo de electricidad en un 25%. 

Con el cambio climático y las temperaturas en aumento, merece la pena encontrar maneras efectivas de reducir estos costes sin sacrificar el confort en nuestra casa. Entre las medidas que podemos tomar están las intervenciones pasivas, con las que conseguimos reducir la temperatura de nuestra casa evitando en lo posible que absorba radiación solar. 

Hay una parte que no podremos evitar, que depende de la construcción del edificio y su zona circundante. Los bloques de pisos son grandes masas de ladrillo que acumulan calor durante el día y lo emiten durante la noche, y lo mismo ocurre con el asfalto de las calles. Los árboles y parques son un antídoto contra el efecto isla de calor que se produce en las ciudades, pero los ayuntamientos no siempre son sensibles a su importancia para la calidad de vida de los ciudadanos.

Lo que sí podemos hacer es protegernos de la radiación y optimizar la conservación de la temperatura con cambios en aquellas partes de nuestra casa sobre las que sí tenemos el control, en especial las ventanas y balcones. Si conseguimos de este modo bajar la temperatura un par de grados, eso se traducirá en energía eléctrica que no será necesario utilizar (y pagar para refrescarnos). Estas son algunas de las opciones más habituales que pueden tener un impacto más positivo para rebajar tu factura del aire acondicionado.

Toldos: el poder de la sombra

Los toldos son estructuras que se instalan sobre ventanas y otros espacios exteriores como terrazas y balcones. Su principal función es proporcionar sombra y bloquear la radiación solar directa, lo que ayuda a mantener los interiores más frescos. Los toldos pueden reducir la temperatura en el interior de la casa entre 2ºC y 5ºC, y reducir el consumo energético hasta en un 10%.  

Para que sean efectivos, la lona de los toldos debe ser gruesa, alrededor de 280 gramos por metro cuadrado. Existen diferentes tipos de toldos, desde los fijos hasta los retráctiles, y están disponibles en una variedad de materiales y diseños. Hay que tener en cuenta que los toldos de colores claros son especialmente eficaces para reflejar la luz solar, mientras que los de colores oscuros pueden absorber más calor. Tampoco es necesario colocar toldos en todas las ventanas o balcones: considera la orientación de tu casa y las áreas que reciben más exposición al sol.

Recubrimientos para cristales: reflejar los rayos UV

Otra estrategia efectiva es el uso de recubrimientos para cristales, también conocidos como películas solares o láminas de control solar. Estos recubrimientos se aplican directamente sobre las ventanas y actúan como una barrera que reduce la cantidad de calor que entra en el hogar. Las láminas solares pueden bloquear hasta el 99% de los rayos UV y reflejar entre el 30-80% del calor solar, dependiendo del tipo y calidad del recubrimiento.

Algunos cristales incorporan ya este recubrimiento, aunque esto hace que se encarezca su instalación. En su lugar, se pueden comprar láminas adhesivas que se colocan por la parte interior del cristal sin dañarlo ni dejar residuos. El material es semitransparente. Durante el día, desde el interior podremos ver lo que ocurre fuera, pero desde el exterior nuestras ventanas aparecerán como espejos, lo que además de proteger contra el calor también proporciona intimidad, aunque el efecto desaparece durante la noche.

Otros trucos para ahorrar en el aire acondicionado

Además de los toldos y recubrimientos para cristales, hay varios trucos adicionales que pueden ayudarte a mantener tu hogar fresco y reducir la dependencia del aire acondicionado. Estos son los más habituales:

  • Ventiladores de techo: el uso de ventiladores de techo puede mejorar la circulación del aire y crear una sensación de frescura. Estos dispositivos consumen menos energía que el aire acondicionado y pueden ser una alternativa efectiva para días de calor moderado. Por otro lado, en combinación con el aire acondicionado, evitan que el aire frío se acumule en el suelo, dando la desagradable sensación de tener los pies fríos y la cabeza caliente.
  • Uso estratégico de plantas: igual que ocurre con los árboles en la calle, colocar plantas estratégicamente alrededor de tu hogar puede proporcionar sombra natural y enfriar el aire a través de la transpiración. Las plantas trepadoras en las paredes exteriores pueden ser especialmente efectivas para reducir la temperatura interior ya que proporcionan un aislante natural al muro.
  • Cortinas y persianas: mantener las persianas y cortinas cerradas durante las horas de más sol puede reducir el aumento de la temperatura en el interior. Las persianas metálicas y de colores claros son especialmente útiles para reflejar la luz solar.
  • Programadores y termostatos Inteligentes: utilizar termostatos programables o inteligentes permite ajustar la temperatura de tu hogar de manera eficiente. Programar el aire acondicionado para que funcione solo cuando estás en casa y apagarlo cuando estás fuera puede resultar en un ahorro significativo.

Estas estrategias no solo ayudan a reducir la factura del aire acondicionado, sino que también tienen beneficios adicionales para el medio ambiente. Por un lado, disminuye la huella de carbono, contribuyendo así a la lucha contra el cambio climático.